COLIMASin categoría

EL JAZZ PUEDE VOLVER MEJORES A LAS PERSONAS: JESÚS GALINDO

*Este ingeniero social participó en el evento virtual organizado por estudiantes de la Escuela de Mercadotecnia para celebrar el Día Internacional del Jazz.

El jazz, dijo el Dr. Jesús Galindo Cáceres, ingeniero social, “puede ser un buen recurso, utilizado de cierta manera, para fortalecer, para reforzar en la gente las visiones que tiene de alteridad, de solidaridad, de colaboración y de interacción. El jazz, sobre todo, nos hace mejores personas”.

Jesús Galindo, uno de los fundadores del Programa Cultura del Centro Universitario de Investigaciones Sociales (CUIS) de la Universidad de Cultura, participó con una breve charla en el evento artístico virtual que realizaron este viernes por la mañana estudiantes de la Escuela de Mercadotecnia para celebrar el Día Internacional del Jazz, y en el que invitaron a músicos, poetas, artistas visuales, investigadores y docentes.

Para este investigador y autor de numerosos artículos y libros sobre temas como el rock, la religión, la cultura física, las redes sociales, la familia y los movimientos sociales, “nos viene bien vivir en el jazz, y Colima lo sabe; tiene todo el siglo con cambios pequeños que, con el tiempo, fortalecerán su cultura, su vida social, su manera de ser colimotes. El jazz y Colima están tejidos en su historia”.

Él forma parte del Grupo de Ingeniería en Comunicación Social y del colectivo Contratiempo Jazz. Como ingeniero social, explicó, se dedica “a ver los vectores que construyen la vida, para aprender de ellos, y luego reproducirlos a voluntad. Soy un especialista en el tiempo social, en el cambio social”.

Para explicar lo que hace como ingeniero social habló de la pandemia, “que es una forma de cambio y tiene un metabolismo distinto a una erupción, un temblor o una catástrofe súbita; sin embargo, ha producido lentamente, pero de manera consistente y con una curva sorprendente, cambios en cascada. Ha modificado nuestra vida, restringió parte de nuestra vida económica, social, de entretenimiento, y eso ha tenido efectos en la vida familiar, en la personalidad, en nuestra manera de percibir al mundo, de entenderlo, y de imaginarnos cómo vivíamos antes y cómo tenemos que vivir ahora”.

El jazz, agregó, es parte también de la situación generada por la pandemia. Colima, dijo en este sentido, “es un lugar que tiene una cultura de grandes cambios, con la presencia del volcán, de los temblores, y en la costa los tsunamis. La gente de Colima sabe que las cosas pueden cambiar de un momento a otro, que el mundo no es estable para siempre ni de la misma manera, y hay que estar alertas y saber responder a las circunstancias emergentes. En la actualidad, una de las herramientas para enfrentar este tipo de situaciones es el jazz”.

Este género musical, finalizó, “tiene un vector de composición interno altamente interactivo y otro vector ecosistémico de vínculo y asociación de públicos y músicos, también altamente interactivo y emocionalmente impulsivo. Todos estos elementos se combinan para ir sedimentando una cultura de alteridad, de asociación, de solidaridad, y estos elementos combinados con la cultura del desastre y la emergencia hacen un buen maridaje, y por eso, el jazz puede hacer mejores a las personas”.