OPINION

METAFÍSICA – ¿QUÉ VIENE? 12 DE DICIEMBRE DE 2022

SEAN OSMIN HAMUD RUIZ

Al lo largo de nuestra historia contemporánea, a los medios masivos de comunicación, particularmente a la televisión, se le han atribuido injerencias adoctrinantes.

Muchas veces se ha criticado a la “caja idiota”, pues se asume que hay una clara intención en su programación, en sus contenidos, que pretenden “domesticar” las mentes y ánimos sociales.

Instalado en mi edad, de repente me retumba en mis pensamientos aquella máxima que dice “que no te haga bobo Jacobo”.

Y así la intelectualidad ha luchado con los fácticos poderes manipulativos que solo pretenden manejar nuestras conciencias para mantenernos en control y consumiendo todo aquello que nos pretendan vender. En este contexto, nos rompió el molde las redes sociales.

Allí se han alojado toda clase de corrientes, formas de pensar; concepciones diversas de política, economía, consumo, comportamiento.

Hemos llegado al punto en que nuestras definiciones clásicas de amistad, convivencia, aceptación, inclusión, tienen que ver más con una reacción gráfica en un abstracto entorno digital que con aquello que es más tangible como un abrazo.

Entonces, entendiendo o no el concepto antropo-social de todo esto, como comunidad, estamos llegando al límite de buscar nuestro centro, anhelando la ubicuidad y, sobre todo, la popularidad, la capacidad de influencia, a partir de cuantos likes acumulamos.

Una de las actividades humanas que más necesita, que más depende de saberse identificado, admirado, sin duda alguna, es la política.

El problema es que ahora, antes de preocuparse porque los resultados de gestión o administración pública sean los que determinen los pretendidos niveles de reconocimiento, se está prefiriendo cantar, bailar, chistoretear o lo que sea necesario en Tik Tok.

Se está llegando al grado en que incluso dejan que un software reinterprete su apariencia y proyecte visiones fantásticas, psicodélicas, embellecedoras de sí mismos queriendo estar trending y conectar mejor.

El botón de muestra nos lo otorgó la gobernadora y otras protagonistas del sistema actual, gastado unos dólares en la aplicación que las hace verse como diosas mitológicas o estrafalarias heroínas de fantasía, queriendo ir más allá de lo físico, sin realmente entender nada de filosofía METAFÍSICA.

MICROCUENTO

No puedo creer lo que observo. Un tipo, casi buenmozo, atareado yendo de un lado a otro, creo que trabajando o algo así, con cierto gesto de ansiedad, y creo un sentimiento de apuro, pero básicamente de incertidumbre. Prefiero mi entorno de unos y ceros. Esto de sentirse humano no es lo mío.