COLIMA

PODRÍA HABER BENEFICIADO A ECOSISTEMAS LA FALTA DE PRESENCIA HUMANA OCASIONADA POR LA PANDEMIA: INVESTIGADORES

La falta de presencia humana en los ecosistemas durante la pandemia ocasionada por el Covi-19 no se puede determinar todavía como un beneficio para las especies marinas, pues habría que esperar más tiempo en el que las playas permanezcan cerradas para identificar cambios positivos.

Dijo el investigador Christian Ortega, del Grupo Universitario de Investigación de Mamíferos Marinos (GUIMM), de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Colima (UdeC), quien indicó que “durante estos meses que socialmente hemos estado aislados y las personas no visitan ciertos lugares, como las playas y eso de alguna forma se pensaría como resultado que muchas especies marinas, pero también terrestres que están cerca de las costas, se observa, se registran y se pudiera plantear la idea de que se están recuperando las poblaciones, las comunidades, que no necesariamente tendría que ser así la respuesta”.

Seño que “el hecho de que aparezca o se registre un organismo es más bien porque hay menos presencia humana, pero aun así no puede ser que en tres meses una población se duplique, y más porque hay especies que tiene un periodo reproductivo de mucho tiempo y en tres meses no es así”.

Precisó que en las costas de Colima y Nayarit se ha registrado la presencia de diversos animales marinos, como medusas y orcas, y aunque esa situación es poco cotidiana, consideró que no precisamente se debe a una recuperación del ecosistema, sino a una menor perturbación de los océanos ante la reducción de la actividad humana.

Agregó que “a escala local hemos visto que se han registrado diferentes animales marinos, desde medusas hasta orcas aquí en las costas de Colima, y si nos vamos a otro nivel, hace unas semanas se observó una beluga enfrente de las costas de San Diego, California, cuando normalmente las belugas están en el polo norte, por alguna razón la beluga empezó a explorar y vagar. Otro caso es un elefante marino de la Patagonia que se vio en una playa de Nayarit, eso es muy extremo, son miles de kilómetros”.

“Que se observen no quiere decir que ya están recuperados, ya si nos vamos a la parte marina, si se observan delfines a 50 metros de la playa no significa que hay más delfines, sino que al haber menos presencia humana y menos embarcaciones, (los animales) llegan a otros sitios donde frecuentemente no lo hacían. El registro de estas especies es más bien porque los sitios están menos perturbados, pero no porque se hayan recuperado. Si esto continuara por más tiempo pues sí habría un efecto mayúsculo en el sentido de que ya se empiezan a reproducir y ya ahí a lo mejor sí”.

El investigador de la UdeC refirió que la contaminación por plásticos era uno de los temas con mayor atención antes de la contingencia sanitaria, sin embargo, resaltó que el aislamiento social pudiera representar un incremento en el uso de ese tipo de productos debido a que se pide comida para llevar.

“Antes de todo esto el tema era de muchos plásticos, la contaminación de los mares con plástico y el reciclaje, pero ahorita con esta contingencia social todo eso de comida para llevar dan plásticos”, concluyó.

Por su parte José Villa, director del Parque Nacional Nevado de Colima, afirmó que la falta de visitantes en el bosque sí ha generado una “mejora sustancial”, pues algunos espacios a los que acuden las personas han tenido la posibilidad de recuperar la vegetación, lo que representa un beneficio para la naturaleza, pero también consideró que no tener personas en el sitio es algo negativo para la apreciación del medio ambiente.

Resaltó que durante el tiempo que el parque ha permanecido cerrado por la pandemia del Covid-19 han observado la presencia de algunas especies como pumas y venados en ciertas zonas, lo cual se debe a la nula asistencia de personas, aseguró.

Explicó que “como cualquier sistema natural, al estar ausente la actividad humana sí mejora sustancialmente, muy evidente de la recuperación de la naturaleza, esas áreas de acampado se han recuperado de la vegetación, son visitadas por fauna local, como venados, es muy frecuente encontrar vendados, hemos visto pumas, está recuperada de distintas aves, no sólo por tratarse de un parque, sino por la ausencia de la actividad antrópica”.

Aseguró que si bien el cierre del parque nacional puede generar beneficios para el ecosistema, uno de los aspectos negativos es que el objetivo de este espacio natural no se cumple, ya que uno de sus principios es brindar a la sociedad un lugar en el cual se ofrezca la posibilidad de estar en contacto con la naturaleza.

Mencionó que “directamente sí (hay beneficios), pero indirectamente es cuestionable, derivado de que uno de los objetivos del parque nacional es la educación de la sociedad, la educación en el sentido de que las personas se deben conectar con la naturaleza. Al haber una ausencia de visitantes, sí estamos en una brecha más grande de que la sociedad valore la naturaleza, por eso el parque tiene áreas para que la sociedad se conecte con la naturaleza, la conozca, se enamore de ella y la cuide”.

Dijo que durante la contingencia sanitaria no han tenido que recolectar basura en los espacios que usualmente visitan las personas debido a que ha estado cerrado. Si bien la mayoría de los visitantes coloca la basura en su lugar, en esta temporada ha sido perceptible una disminución en la generación de residuos.

“En este tiempo no hemos bajado un kilo de basura, la generación de residuos se suspendió, también es benéfico para el área, no quiero decir que la basura esté dispersa y tenga un mal efecto visual, sí hemos avanzado bastante en los visitantes porque depositan la basura en los sitios adecuados, no está dispersa, sin embargo, sí hay una evidente disminución en la generación de residuos y eso es benéfico para la naturaleza”.

El biólogo invitó a los ciudadanos a reflexionar y valorar el entorno natural, pues en algunas ocasiones las personas ignoran dichos espacios. Destacó que es importante la conservación de los ecosistemas para lograr una comunidad “armónica”.