OPINION

QUOD SCRIPSI, SCRIPSI – 20 de abril 2021

Por : HORACIO ARCHUNDIA

LA VERDADERA ENCUESTA. En el ir y venir de las encuestas los políticos confunden a la gente. Estas herramientas buscan marcar tendencia, generar buena o mala animosidad para uno o varios candidatos. De manera que acaba uno por desconfiar de las mismas. Se salvan muy pocas empresas dedicadas al levantamiento de opinión entre la larga lista de mentirosos que alucinan candidatos y les sacan dinero para, según ellos, inclinar la balanza “orientando” el sentido del voto. Hay encuestadoras muy profesionales, concisas, realistas. Pero hay también una fauna de encuestadoras “patito” surgidas bajo el interés económico del momento, creadas algunas hasta por pseudoperiodistas que pretenden con sus engañifas sacarp provecho temporal. Por ello la mejor encuesta es la opinión de los ciudadanos. Cuando los electores opinan cara a cara, sin sesgos, sin directrices, sin preguntas fabricadas, la opinión, la tendencia, se vuelve confiable. En la charla de café, en las discusiones o los comentarios del transporte público -camiones y taxis, ahora hasta mototaxis-, se aprecia realmente lo que piensan los ciudadanos. En la calle, en las tiendas, en los centros de trabajo, hace uno mejores encuestas que las que cualquier empresa puede revelar. Por eso nos atrevemos a decir que Indira Vizcaíno va muy por encima de sus contrincantes. La tendencia, la intención del voto, es clarísima. La que fuera delegada de programas de la Secretaría del Bienestar en el Estado parece que hizo bien su chamba. Los beneficiarios de los programas asistenciales saben bien quien dirigió la entrega de los recursos que les ayudan avivir con aceptable dignidad. Saben bien que Indira Vizcaíno encarna en la entidad el proyecto del presidente que incrementó el monto de sus pensiones , de las becas, de los empleos. Conocen con claridad que Indira seguirá la línea que ha marcado el presidente que no solo aumentó sino duplicó el salario mínimo. Y cuando, además, la escuchan, la ven, conviven con ella, se percatan de que la burda estrategia de sus detractores encaminada a denostarla y a acusarla sin pruebas de supuestas irregularidades, pintaba una política diferente a la que han ido conociendo en el primer mes de la campaña.

Ese andar por el Estado, ese recorrer el territorio viendo cara a cara al electorado, ese ir casa por casa, pueblo por pueblo, plaza por plaza, echó por tierra todas las campañas de desprestigio patrocinadas por los interesados en conservar privilegios y por las envidiosas que no pudieron ganarle la encuesta interna de Morena.

 Conforme avanzan los días, Indira Vizcaíno se aleja a grandes pasos de sus oponentes y a seis semanas de la elección es la gran favorita del electorado. En El Colomo, el domingo, se confirmó la tendencia: la Casa Ejidal de El Colomo y La Arena, abarrotada de simpatizantes que llegaron por sus propios medios. Al final del evento aquello fue una sesión fotográfica interminable que fue síntoma de la aceptación de la candidata. En suma: Más allá de lo que digamos y escribamos, allá en la calle, en los sitios de reunión, en los vehículos del transporte público, corre imparable una frase que cada vez tiene mayores probabilidades de realizarse: “Va a ganar Indira”.

JORGE LUIS Y GRISELDA acaparan la atención general. Los electores están atentos a sus reacciones, a sus declaraciones, a sus campañas. La gente está a la expectativa de lo que dirán o harán cada día. Y si bien Jorge Luis parece ir a la punta de las encuestas, la alcaldesa con licencia parece buscar hacer suya la victoria usando una vieja estrategia de los corredores ecuestres: Caballo que alcanza gana. En el equipo de Jorge Luis destacan las propuestas sólidas, firmes, pensadas. Hay buena acogida para el candidato donde se para. En el de Griselda pesa la sombra amenazante de la violencia: Verla llegar con una poderosa guardia armada hasta los dientes, pesa, y pesa en contra. El discurso de Griselda es bueno, sin duda, pero no ha variado: Sigue recurriendo al pasado, al golpe brutal, a la acusación genérica, a la denuncia al aire, sin sustento evidente, sin datos duros.El escándalo y el gritoneo como discurso. El candidato de Va por Colima, en cambio, adiestrado en las grandes ligas de la política, propone, señala,  muestra como hará las cosas, y de pronto suelta algún disparate que genera polémica -como hacer un túnel en el canal de navegación del puerto interior-, pero luego deja ir con soltura planteamientos serios de la grave problemática que padecen los manzanillenses con temas como los cobros excesivos en el agua y el predial. Griselda contra Jorge Luis, es la disyuntiva más notoria del proceso local. El resto de los candidatos, con la salvedad de Érika Reynoso e Irene Herrera, parece andar jugando a ser políticos. Seis semanas antes de la elección, queda claro que esto es un juego de vencidas entre dos: Sin retas ni substitutos. El pleito es entre Griselda y Jorge.

DE ÉRIKA E IRENE HABLAREMOS MAÑANA.

POR HOY, BUEN DÍA.