MARKETING ELECTORAL – DEMOCRACIA TRANSFORMADORA
Por Ángel Durán
El marketing político-electoral, es uno de los principales medios de comunicación que se utilizan, principalmente por partidos políticos y candidatos en un proceso de elección popular.
La mayoría de los procesos electorales, posicionan a sus candidaturas y sus promesas de campaña, a través de este medio, y se juega con una estrategia planeada por profesionales y, vender la imagen de un actor político y así conseguir adeptos y el mayor número de votos el día de la jornada electoral.
Por supuesto, que partidos políticos y candidatos, contratan a profesionales en esta materia, a fin de que los haga ganar elecciones, y si bien es cierto que, es una herramienta importante para el posicionamiento de quienes participan en el proceso comicial, también es medular no olvidar, que, esta forma de estrategia política, debe usarse, entre otras finalidades, para informar a la sociedad de la ideología, promesas de campaña y la forma en cómo la los y las candidatos las cumplirá.
Lo anterior tomando en cuenta, que, si el marketing electoral, es una institución que, con estrategia, posiciona de mejor forma a quien se quiere.
Otro aspecto, que el marketing no debe olvidar, es, la relación entre el objetivo de los partidos políticos y sus candidatos, con la esencia natural, que le dio el Estado a los partidos, que consiste en la democratización, así lo dice el artículo 41 de la Constitución.
En este sentido, la estrategia que se haga a través del marketing, tiene que ir enfocada a garantizar, ese principio democrático, en donde las campañas electorales, también tendrán como resultado final que viene siendo el único interés de la sociedad, que no es otra cosa, más que, informar lo que cada partido o candidatos, estén ofreciendo a sus próximos electores.
De esta forma, podremos asegurar, que es fundamental, la existencia del marketing humanista, cuyo tema central no es, un medio que se utilizas para llegar a los sectores sociales que se quiere, pero siempre cuidando los valores de la democracia.
“Ya sé lo que está pensando”, que el marketing político-electoral, más bien, tiene como objetivo, buscar la mejor estrategia para posicionar al actor político y como sentido natural e ineludible que sus candidatos ganen la elección.
Sin estar apartados de esta realidad, los profesionales o estrategas de marketing, deben trabajar también con los valores y principios democráticos, independientemente, de sus objetivos en el proceso electoral, de ganar la elección. Además de establecer estrategias de información que ayude a los electores, primero a que se convenza de que sus candidatos son la mejor opción y en segundo lugar, que las propuestas que hagan los oponentes en el proceso electoral, sean acordes a las reglas democráticas, con sus elementos básicos, pueden y deben buscar su mejor estrategia de mercadotecnia para poder convencer al electorado; fuera de ellas, estaríamos hablando de un marketing político-electoral, inapropiado para la consolidación de la democracia.
La sociedad, debemos estar conscientes, que el marketing, es uno de los elementos principales que se da, durante un proceso electoral y que ayudará a conocer, quiénes serían los mejores representantes populares, por eso, hay que aprender a investigar de fondo, este tipo de estrategias, pero finalmente lo que más cuenta, es aquella candidatura que después de haberla estudiado, es la mejor opción para quien se votar, pero también que beneficien más a la sociedad.
Resulta fundamental e importante que, como sociedad, trabajemos hacia una cultura responsable y saber elegir a los futuros servidores públicos de voto popular. Aquí está el éxito del fortalecimiento de la democracia, si los hacemos, estaremos trabajando hacia una democracia plena y así dejaremos a las futuras generaciones un sistema electoral sólido.
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