OPINION

QUOD SCRIPSI, SCRIPSI – 9 DE JUNIO 2021

HORACIO ARCHUNDIA

MOVILIDAD RURAL, REZAGO IMPERDONABLE. Uno de los problemas más delicado que secularmente padecen los habitantes de la zona rural, es la carencia de transporte público. Viajar de rancherías como Cedros, Lomas de Ávila Camacho, El Huizcolote, Parajes, Don Tomás, Huizcolotila, El Ciruelito y El Llano de la Marina, o Veladero de Camotlán y San José de Lumber, es una odisea diaria para quienes necesitan llegar a la zona urbana. Hay pueblos donde, si no se cuenta con vehículo propio, deben recorrer a pie largos kilómetros para abordar un camión del servicio público.Y en las comunidades donde existe transporte, esperan hasta medios días para que, con suerte, puedan alcanzarlo. Y el problema no son los concesionarios de esas rutas. Para nada. El mal radica en que estas son incosteables por los pocos pasajeros que se trasladan a Manzanillo, Santiago o Salagua o a la zona urbana en general. A los dueños de los camiones no les convienen esas rutas. Esa es la verdad. El mantenimiento de los carros, el pago de choferes, los insumos, les representan más altos que sus ganancias, muy exiguas, por cierto. En ese tenor, el gobierno del Estado ha permanecido indiferente ante esa problemática que afecta a miles de personas, porque para variar, allá no hay sitios de taxis y un pasaje en esos autos resulta carísimo para el grueso común de la población. En esa forma, se hace indispensable un estudio que permita fortalecer la movilidad en esa región, que comprende casi treinta localidades. Es decir: Se trata de un rezago mayor.

Durante décadas, los comisarios municipales han solicitado por escrito y verbalmente, la solución a esa falta, pero no han tenido respuesta. De acuerdo a lo que ellos mismos expresan es indispensable la habilitación de una línea de transporte con vehículos menores: Ichivans, urbans, combis u otras camionetas que gastan menos combustible, son menos difíciles de mantener que un camión y pueden cubrir más viajes ampliando sus horarios, cubriendo la demanda de movilidad que no por ser poca deja de ser de vital importancia. La gobernadora electa tiene ese tema en la agenda y es de desearse que le dé solución. Se necesitan vehículos de 10 o 15 plazas, no camiones grandes. Y con horarios bien establecidos, resolverían esa debilidad de los vecinos de las poblaciones campesinas. Porque hace poco más de un año que, con los altísimos riesgos que eso conlleva, los mototaxis están brindando ese servicio, sin duda comedidamente y  de muy buena fe, pero exponiendo sus vidas y las de los pasajeros debido a la fragilidad de sus vehículos. Recuérdese que constantemente hay ganado sobre esas carreteras en las que parece no haber ley, ni Dios ni rey.  Ojalá se haga justicia por fin en ese sentido.

POR HOY, BUEN DÍA.