EL TERROR DE LOS FEMINICIDIOS – HUMANITAS
Mtra. NIKOLA VARGOVA
El tejido social se mueve siempre por los eventos impactantes que dejan hulla en cada uno de nosotros, así como pasó últimamente con las desapariciones y muertes de varias jóvenes. “Ni una más” quedo como frase de las marchas en nuestra capital y “acompáñala” el meme de los medios electrónicos. ¿Pero pensamos que eso es suficiente como solución de este problema tan grave?
El Código Penal para el Estado de Colima califica el feminicidio como privación de la vida de una mujer por razones del género. Talvez nos queda duda si todas las muertes violentas de las mujeres son feminicidio. Pues la ley nos dice claro, que condición es cualquier razón del género. Antes de que nos metemos a análisis que podemos entender entre las razones de género, quiero decir, que personalmente veo esta condición obsoleta. Es cierto que nosotras mujeres de manera natural somos un genero más débil, más desprotegido como los hombres. No quiero discriminar a nadie, porque siempre existe excusa de la regla, pero si hacemos una comparación de cuantas mujeres portan arma en comparación de los hombres, va quedar cierto que en esto hay una discrepancia. Y ahora cuando mujeres aprenden la defensa personal, o solicitan licencia de portación de armas para su defensa personal, nos hechan burla, que queremos ser iguales, que queremos democracia, pero no es la verdad. La verdad es que queremos defendernos, protegernos solas, porque los hombres ya no lo hacen. Ya no nos acompañan y si salimos de la casa nos critican que es culpa de nosotras si pasará algo. No es culpa de nosotras sino de toda la sociedad. Todos andamos acelerados diarios, a los maridos se olvida hablar a sus esposas si llegaron bien a la casa cuando él se queda más tiempo en la oficina. Tenemos los celulares, pero la comunicación personal y el caballerismo se perdió.
Esperar que alguien califica violencia sexual, lesiones infamantes o degradantes, amenazas, cualquier tipo de violencia familiar, laboral o escolar antes de la muerte de una mujer y así calificar el feminicidio, es defecto irreparable de la sociedad. Queda claro, que las instituciones son omisas en los datos estadísticos relacionados con las denuncias o con las órdenes de protección solicitadas por las mujeres. A parte muchas mujeres sufren violencia o reciben amenazas y no lo denuncian y cuando las matan se califica el homicidio, no feminicidio por no cumplir la condición que marca la ley. La tipificación del delito de feminicidio no será efectiva sin una reforma integral a las leyes y marcos normativos relacionados con la creación y aplicación de protocolos de investigación criminal con una perspectiva de género y derechos humanos. Distintos mecanismos de derechos humanos han emitido diversas recomendaciones a México en la materia, en particular frente al acceso a la justicia para víctimas del feminicidio que resulto únicamente en la introducción del delito de feminicidio a los códigos estatales, no obstante, la gran mayoría de los casos de violencia contra las mujeres que resulta en la muerte de la mujer continúan sin se formalmente investigadas, juzgados y sancionados.
Quedó claro que finalmente fallamos todos nosotros, porque la figura de la cadena de la continuación de la vida, la mujer que da luz, no le damos su lugar e importancia que se merece.