RESILIENCIA FAMILIAR, RETOS Y ESTRATEGIAS ANTE LA ADVERSIDAD – FOREX
Alejandro Bernal Astorga
Actualmente la población enfrenta retos económicos que requieren la generación de estrategias para mantener o incrementar su nivel de vida. Si el entorno cambia, la capacidad de adaptación puede hacer la diferencia para afrontar amenazas o aprovechar oportunidades. Al respecto se comparten las siguientes ideas:
La mejor inversión para las familias es vacunarse y seguir los protocolos de prevención contra el SARS-CoV-2. Tener salud no tiene precio, permite seguir trabajando para obtener ingresos y evitar costear tratamientos de recuperación tras sufrir contagios.
En este entorno, las familias que se emplean en actividades básicas para la vida (alimentación, por ejemplo) suelen tener un menor nivel de afectación en sus ingresos con relación a las que se desarrollan en actividades suntuarias.
Es por ello que ajustar los gastos en función del nivel de ingresos, debe ser parte de la disciplina familiar, al igual que priorizar la satisfacción de las necesidades básicas (salud, educación, etc.) sobre la adquisición de bienes de lujo.
La prioridad debe ser no adquirir deudas nuevas y si es posible, reducir las existentes. El uso del crédito puede ser una alternativa emergente ante la falta de recursos; lo recomendable es que su pago no sea mayor al 33 por ciento de nuestros ingresos; el uso creciente o frecuente de tarjetas de crédito para la compra de la despensa familiar es síntoma de que nuestra capacidad de pago está siendo rebasada.
Diversificar las fuentes de ingresos es otra opción que implica tener dos trabajos (generalmente uno como ingreso principal y otro como entrada complementaria); que los miembros de la familia trabajen en distintas organizaciones (se genera menos codependencia) o que algunos integrantes se incorporen por primera vez al mercado laboral (generalmente con trabajos de medio tiempo).
Cabe considerar que trabajar excesivamente afecta la salud física y mental de madres y padres (con el deterioro y los gastos que este genera); además requiere dedicar tiempo de calidad al proceso de formación de los hijos, que corren el riesgo abandonar la escuela al trabajar para complementar el ingreso familiar.
En momentos de contingencia laboral suelen escucharse frases como “tu no requieres tanta ayuda, porque tienes dos trabajos” asumiendo que quien se esfuerza menos merece más; pareciera ser que en el “mundo del revés” la cultura del esfuerzo no tiene cabida.
Este entorno, también plantea retos para los estudiantes al apostar por la especialización o la complementariedad en su formación, en función del mercado laboral en el que pretendan desarrollarse; en ciudades donde la actividad económica es diferenciada la especialización será una opción, mientras que, en mercados convencionales, la complementariedad (conocimiento multidisciplinario) será una alternativa.
Cada familia se encuentra en un contexto distinto y puede aplicar estrategias a la medida de sus necesidades; Albert Einstein afirmaba que “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” y la inacción puede agravar las consecuencias de un entorno económico no favorable.