TONALTEPETL – 16 DE SEPTIEMBRE 2021
Gustavo L. Solórzano
A la memoria de Lucía Ugarte Ceballos.
Una de las casas editoras que me hacen favor de publicar mis escritos, da a saber que la señora Griselda Martínez recibió la aprobación del tribunal electoral para que, con base a votos, sea una vez más la presidenta de Manzanillo. La nota viene acompañada de una fotografía en donde al fondo se ve a mi buen amigo Jan José Gómez Santos, quien, por cierto, cumple en este mes un año de haber partido al eterno oriente. Me dio gusto verlo, recordarlo, un hombre valiente y de buena pluma. Elevo una oración por su eterno descanso.
Oportunamente lo comenté en esta columna, la feria no debe realizarse por salud y respeto a quienes han fallecido víctimas del covid. Con agrado leo que Rodrigo Costa Torres, presidente del Consejo Económico Empresarial del Estado de Colima que aglutina cinco cámaras y seis asociaciones (CEEC). Dio a conocer que sus representados se pronuncian a favor de suspender la feria de Colima 2021. Solidarios y precavidos, los asociados prefieren que se pause la feria, para así dar oportunidad a que, en la época navideña, pueda nuestra sociedad estar en mejores condiciones. Ahora será necesario que quienes administran la feria, vayan considerando el mecanismo, en caso de que el maestro Peralta Sánchez, decida suspender, para regresar los anticipos, lo justo y legal, que dieron los comerciantes que respetuosamente apartaron su lugar, a fin de coadyuvar en la economía colimense.
En otro tema, agradezco a quienes me acompañan desde sus maquinas leyendo mis escritos, me solicitan ampliar el tema sobre el ego, ya aporté algo en la ocasión anterior, complemento con lo siguiente. Aquél que más habla sobre su vida personal, es el que está más identificado con su ego (su “yo”) y necesita reconocimiento. El ego de este tipo de personas necesita constantemente ser reconocido, aceptado y alabado, cuando es reconocido y alabado, entonces el ego se infla como un globo, y de ahí el peligro de que surja la soberbia y con ello, un distanciamiento social, amistoso y familiar.
Es muy importante poner atención a este tipo de sucesos del ego, ya que conducen al sufrimiento, pues cuando el ego de un ser humano, no obtiene reconocimiento, cae en un estado de frustración y de baja autoestima. Se siente poco valorado por los demás y puede desencadenar en una depresión. También puede desencadenar en estados de ira, rencor y agresión, por eso es importante preguntarse uno mismo “¿Hago esto para que los demás me alaben y me reconozcan? ¿Hablo de mi vida personal para atraer la atención de los demás y obtener halagos?”.
Cuando haces las cosas por el qué dirán los demás, o cuando hablas de tu vida personal, únicamente para recibir reconocimiento, recuerda que es tu ego el que está controlándote, eres presa de tu propia identificación con tu “yo”, y no tienes libertad de ser. Aquél que, por el contrario, nunca habla de su vida personal, es el tipo de ser que no vive desde el ego, ya que lo ha trascendido. No está identificado con su “yo”, por tanto, el ego no puede manipularlo. Es un ser consciente y humilde, que únicamente centra su atención en el momento presente, en escuchar a los demás y en transmitir aquellos aspectos que considera importantes para el bien de todos los seres, sin deseos de reconocimiento alguno. Este tipo de persona es un ser libre, sin la carga del ego.
Finalmente, la pregunta es, ¿Cómo detecto cuando el ego está hablando por mí?
Cuando estamos en la necesidad de ser reconocido, cuando no logramos reconocimiento, automáticamente puede haber enojo a tal grado, que excluimos de nuestra vida a aquellos que no se amoldan a nuestros intereses. Esto es vivir desde el ego, ahora, la persona que no busca reconocimiento, cuando no lo logra, no hay cambios en su estado de ánimo, ya que está totalmente centrado en su esencia, y no se manifiesta su ego. Al no haber ego, no hay carencia, y por lo tanto, no hay ni deseo ni necesidad, puedo asegurar que él ya es un ser libre y simplemente fluye con lo que es. A eso le llamamos vivir desde el ser. Es cuánto.