UNA NUEVA FORMA DE HACER GOBIERNO
Por Ángel Durán Pérez
México, más bien dicho, los y las mexicanas, vivimos nuevos tiempos, tenemos; una nueva forma de vivir, mayores retos, más derechos, tenemos muchos obstáculos, dificultades en; materia de justicia, inseguridad, corrupción, impunidad, un sistema educativo de muy baja calidad según los estándares internacionales, una democracia que necesita mejorar mucho, desde el punto de vista de la confianza social y dar una mejor imagen al mundo en cuanto que, tenemos que convencer, que somos una nación que protege la dignidad de las personas.
En este quehacer, la forma de gobernar es fundamental; y digo fundamental, porque si bien es cierto que el dicho que dice; “cada pueblo tiene el gobierno que se merece”; podría resultar de cierta manera lógico y cierto.
Esto lo decimos cuando hay problemas de confianza entre sociedad y gobernantes, sobre todo, aquellos que se han elegido mediante el voto directo; pero, si reflexionamos en el punto central este dicho, quizá nos podría llevar a pensar que, el pueblo merece un gobierno que le garantice los derechos correctamente, expongo las razones; la sociedad elige a sus gobernantes con el anhelo de que gobierne bien y que realmente lo represente, el dicho, si lo analiza usted bien, responsabiliza al pueblo de que luego sus gobernantes no le cumplen y que por eso hay que aguantar su mal gobierno; ¿absurdo no? Cuando votas por un candidato o candidata o partido político, lo haces con toda la intención de que se cumplan con lo que te prometieron, pero no venga ahora decir, que si le va mal al pueblo es por su culpa.
Si invirtiéramos el sentido del dicho, también podríamos decir entonces que; a lo mejor aquí si le conviene al gobernante; al decir “cada gobierno tiene el pueblo que se merece, en estos momentos y mucho antes, al gobierno sí le conviene tener un pueblo sometido; sin embargo, ese no es el orden de la naturaleza.
El dicho; de que el pueblo tiene el gobierno que quiere, debiera más bien de aplicarse a los gobernantes; porque son éstos los que una vez representando el Estado, pueden concentrar los anhelos de la sociedad y ahora sí convertir en ese gobierno quiere el pueblo. Es una reflexión que hoy se debe hacer cualquier gobernante del siglo XXI.
El titular de los poderes públicos en México, debe saber que nuestros tiempos exigen eficiencia en su función, le exige que tiene que darle vida a todo el contenido que está la Constitución y en las leyes, así como cumplir los compromisos internacionales, pues ahora que vivimos en un mundo globalizado; deben dejar atrás el anacrónico sistema de gobernar en donde “yo hago lo que quiero porque soy el que detenta el poder”, ¡no! ahora el poder debe ejercerse bajo un pensamiento humanista y de servicio hacia la población, de servicio hacia la humanidad, así como también ese mismo deber debe hacerlo al designar a su gabinete, a sus asesores, los actos que lleve a cabo, todas las acciones que emprenda, tendrán que ir con el objetivo exclusivamente de proteger los derechos del pueblo; pues es aquí donde cobra importancia la palabra democracia, que en su concepción más simple, es el poder del pueblo y si ese poder del pueblo es el anhelo de tener un gobierno que respete los derechos de la población, ¿usted cree que el gobernante no lo sabe? ¡claro que sí lo sabe! por eso es que, los representantes de los tres órdenes de gobierno y todo servidor público federal o estatal hoy tienen el deber y la obligación de hacer su trabajo bajo una nueva forma de buen gobierno, exclusivamente para darle vida propia a esos anhelos de la sociedad.
Algunos podrán pensar que estamos hablando de utopía, que esto es el deber ser dirán, y que nuestro realismo no da para esto; no quiero discutir con quienes así piensan, porque todos tenemos el derecho de pensar lo que queramos; pero el que sí, no puede pensar de esta manera, es quien se encuentra en el poder o sea el gobierno; sabemos que solo basta con que haya voluntad de hacer las cosas correctamente, ya que, todos, fuera de intereses personales, tenemos la capacidad de trabajar en sinergia, bajo un nuevo modelo de hacer un buen gobierno. lo dejo solamente para la reflexión y debate.