EL SECRETO DE LA SECUNDARIA 13 – EL SUSURRO DEL BARRIO
Por: Eduardo Bravo
Ya pasaron casi 20 años desde que ingresé a la secundaria, Miguel Virgen Morfín, en Villa de Álvarez, Colima, mejor conocida como la “13”.
En ese centro educativo solo cursé un año, ya que nos cambiamos a otro domicilio, por lo cual mis padres decidieron inscribirme en un plantel más cercano del nuevo hogar, donde terminé mis estudios de nivel básico.
Cabe señalar que, en esos tiempos estaba de moda todo lo relacionado con los “cholos”, como la ropa, la música y la forma de hablar, tratando de imitar a la cultura chicana que en sus inicios se juntaron en pandillas, para enfrentar el acoso de los pandilleros afroamericanos.
Una anécdota muy bizarra de la 13 era que, en una de las bardas de atrás, los estudiantes habían hecho un hoyo en la pared de un gran diámetro, en el cual fácilmente cabía una persona. Del otro lado de la pared estaba un potrero que daba a Soriana Hiper.
¿Cómo hicieron ese agujero en la barda?, no lo sé, lo único que sé, es que por ahí se hacían la “pinta” los más aventurados.
Es importante destacar que la secundaria tenía una extraña pertenencia, la cual se quedó en mi memoria. Resulta ser, que en los laboratorios del plantel, tenían guardado a un “feto” dentro de un recipiente de cristal, con un líquido que parecía ser formol.
De vez en cuando se lo mostraban a los alumnos que acudían al laboratorio a tomar clases; ya se imaginarán las leyendas urbanas que se decían del niño no nacido.
Una de ellas era que una alumna quedó embarazada de un compañero de clase, noticia que al llegar a oídos de los padres desató la furia de estos. A la jovencita la golpearon y regañaron, además la amenazaron con correrla de su casa si tenía a ese hijo.
Es preciso resaltar que, eso era lo que platicaban algunos profesores, cuando mostraban a la pequeña criatura a sus alumnos. Pienso que el objetivo de platicar esa historia, era asustar a los adolescentes, para que se cuidaran al iniciar su vida sexual.
Por otra parte, se rumoraba que el “feto” pertenecía a una alumna que fue embarazada por un maestro, ambos se escondían en una bodega de materiales para hacer actividades íntimas.
No me puedo imaginar la presión que sufrió la adolescente al ser reprendida por sus papás, motivo que la orilló a buscar la forma de perder el bebe que llevaba en su vientre.
Posiblemente la jovencita tomó algún remedio abortivo, se golpeó en la panza o se realizó un legrado con algún objeto en los baños de escuela, dejando a su pequeño en el piso de los sanitarios.
Me pregunto:
¿Por qué no se le dió santa sepultura al bebé para su descanso?
¿Por qué no se notificó a las autoridades?
En lo personal, tengo la hipótesis de que el feto fue donado por alguna institución médica a la escuela. De ser verdad, todas las historias que se platicaban resultarían ser falsas.
En la actualidad desconozco si la secundaria sigue conservando al feto, o cuánto tiempo llevaba ahí, lo comento por el estado de deterioro que guardaba el recipiente, en el cual se podía observar la tapa oxidada, además que el líquido se veía ya negruzco.
Tu que me lees, si tienes algún recuerdo, anécdota o secreto de la secundaria 13, hazlo saber en los comentarios.
Licenciado en Ciencias Políticas, colaborador en diferentes medios de comunicación y escritor de la columna: El susurro del barrio, que tiene como objetivo la creación de narrativas a partir de la memoria colectiva de México.