NARANJA QUE NO ES LA NARANJA – HUMANITAS
Mtra. NIKOLA VARGOVA
En noviembre empezamos días naranja con la masiva campaña en contra de la violencia de las mujeres y las niñas. Hablar sobre la violencia en contra de la mujer, no significa automáticamente resolver todos conflictos legales en forma favorable a ella, sino visibilizar varios problemas de la sociedad, que tienen su causa en el aumento de la violencia en contra de la mujer, desapariciones, feminicidios, falta de la educación entre los jóvenes y cumplimiento de las normas éticas y jurídicas.
Todo el mundo, cada 25 de noviembre conmemora el Dia Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres decretado oficialmente por la ONU en 1999, sin embargo en la América latina esta fecha se conmemora desde el año 1981 en honor a tres hermanas dominicanas asesinadas el día 25 de Noviembre de 1960 por orden del dictador Rafael Leonidas Trujillos, del que eran opositoras. La conclusión es, que en realidad no se trata nada más de violencia doméstica, o en las calles, que se esta cometiendo en contra de este género, sino también la violencia que sufren mujeres y niñas durante su empoderamiento, cuando lanzan su vos o expresan su inconformidad, cuando quieren estudiar a vez de convertirse a las amas de la casa o cuando como mujeres participan en la vida pública. Según las estadísticas internacionales, cada año 64 mil mujeres y niñas son asesinadas en todo el mundo, y con el mayor número de los feminicidios registrados en América Latina y el Caribe. Según ONU Mujeres México 43% de las mujeres en México se ha enfrentado agresiones del esposo o pareja actual, o la última o a lo largo de su relación y 53.1% sufrió violencia por parte de algún agresor distinto a la pareja, que bien puede representar la violencia docente, violencia institucional, violencia laboral o violencia en la comunidad.
Ante este panorama no podemos seguir siendo una sociedad permisiva, que acepta la naturalización de los delitos que en cualquiera de sus formas esta relacionada con el odio o violencia en contra de la mujer y cuyo origen es estructural. La erradicación de la violencia de género, donde pertenecen todos que se identifican con este género, es responsabilidad de todas las personas y todos los sectores. Únicamente en una sociedad sana, que da oportunidades de sus integrantes de desarrollarse en la plenitud, se puede vivir en paz y armonía. La problemática de la violencia esta causada por la desigualdad y falta de las oportunidades entre las mujeres jóvenes, que de vez en cuando por sufrir amenazas o violencia por parte de su propia pareja venden droga en la calle. La violencia, que aguantan las empleadas por parte de sus directivos con el único objetivo de no perder el trabajo y así el ingreso de la familia. La violencia por parte de la propia familia que sufren niñas por ser sometidas a la corrupción o prostitución desde temprana edad, para poder mantenerse. Muchas veces no pensamos que la falta de iluminación en las calles o jardines sucios y terrenos baldíos pueden apoyar a la comisión de una violación o la violencia en su forma extrema como es el feminicidio. Tampoco pensamos que la falta de oportunidades laborales puede causar que las amas de casa no pueden salirse del espiral de la violencia domestica y aguantan años maltrato y violencia en todas sus formas, causando padrón de vida en sus propias hijas y también hijos.
Días naranja tal vez podemos comparar con la madures, de lo verde inmaduro, amargo y violento, nos acercamos a rojo, maduro, dulce y con la conciencia plena respecto a nuestros derechos y deberes. ¡Seamos naranja!