COLIMA

APRUEBAN INICIATIVA DEL DIPUTADO JESÚS DUEÑAS PARA REGULAR EL CABLEADO AÉREO EN LAS CALLES DEL ESTADO DE COLIMA

El Congreso del Estado aprobó la iniciativa presentada por el diputado local Jesús Dueñas García, para la regulación de exceso de cableado aéreo en las calles del estado de Colima, con el objetivo de disminuir el riesgo para las familias y eliminar la contaminación visual.

Dueñas García dijo que esta iniciativa es sustentada en los siguientes argumentos: “El desarrollo de la población a lo largo del tiempo sin lugar a dudas ha ido de la mano de la mayor necesidad de contar con puntos de conexión de trasmisión eléctrica como también de telecomunicaciones. Estas tras su proliferación y concentración van colmando la capacidad de carga que tiene los postes en las calles, que al encontrarse en algunos casos en desuso, conforman una maraña de cables tan enredadas que muchas veces cuesta poder identificar quien es el propietario”.

Aseguró el legislador que “uno de los problemas que enfrentamos los mexicanos es que debido al exceso de cableado se ha puesto en riesgo nuestras vidas al tener postes y cableado expuestos en sitios riesgosos y al carecer del mantenimiento y seguimiento adecuado. Este hecho crece cuando, al cambiar un servicio (internet, teléfono, etc.) que no funcionó por otro nuevo, no se verifica que la nueva empresa o la anterior retiren el cableado que se había instalado. En la mayoría de los casos, dichos cables se dejan y nadie se responsabiliza de ellos, a pesar de que dicho cableado pone en riesgo la integridad y la vida de los habitantes”.

“La contaminación visual que daña o perturba la imagen sobre algún sitio o paisaje que ve afectada su estética y su esencia original, esto ocurre cuando hay un exceso de elementos ajenos y que afecta por ende la imagen urbana, rural o cualquier otro entorno. La Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que cuarenta por ciento de quienes habitan un espacio con paisajes desagradables, tiende a deprimirse, esto nos indica un claro problema a la salud de manera inconsciente de la persona. El Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT) de la Unam, concluye que los elementos de contaminación visual generan una sobre estimulación por ser agresivos e invasivos, además de que se presentan en grandes cantidades de manera simultánea, como lo son carteles, cables, propaganda, nubes de smog, ropa colgada en las ventanas, paredes pintadas en las calles, basura y gente en exceso son tan sólo algunas de las figuras que observamos de manera cotidiana y que de alguna manera se consideran como contaminación visual.

“Ante esta problemática el presente instrumento legislativo tiene como finalidad, regular las conductas de los concesionarios y comercializadoras que presten servicios para la trasmisión de diversos servicios de telecomunicaciones, esto con la finalidad de evitar el acumulamiento de cableado y como consecuencia poner en riesgo a los ciudadanos, ocasionando incendios por cortos circuitos, la caída de infraestructura urbana de la cual se sostiene o la caída de árboles por el sobrepeso del cableado”.

El problema que genera el tendido de cableado aéreo en vía pública por los prestadores de servicios como internet, teléfono y televisión por cable es cada vez más frecuente en muchas ciudades del mundo, atendiendo a ello, algunos países ya han tomado acciones legislativas y reglamentarias para solucionar este problema que se observa de forma reiterada en zonas comerciales, turísticas, habitacionales y arqueológicas.

Señaló que “los cables que se alzan sobre las calles tienen una utilidad, son los encargados de distribuir energía y señales a los hogares desde las centrales eléctricas, sin embargo, ese servicio que se realiza de manera directa si no se mantiene correctamente puede ocasionar serios daños, incluso la muerte a quienes toquen accidentalmente o tengan contacto con los conductores. Por este motivo las líneas que salen desde el tendido eléctrico a las casas o edificios deben estar cubiertas con material aislante con el fin de que se mantengan en una condición segura. De igual manera, aunque no se manipulen los cables, si estos llegaran a resultar dañados por condiciones climáticas o accidentes, se producen explosiones y extensos cortes de luz que alteran el suministro. Algo similar ocurre con los accidentes ocurridos por la caída de árboles, ya que muchas veces las ramas tienen contacto con las líneas eléctricas. Esto produce riesgos de consideración, tanto a los hogares por los cortes y constantes bajas de voltaje, pero también a las personas, ya que al electrificar los árboles podrían quemar a quien los toque”.

“Los beneficios para las líneas subterráneas la inversión inicial es muy importante, pero los costos de mantenimiento, disponibilidad de sistema y la seguridad en la provisión, son más convenientes. Debemos de pensar a largo plazo, son inversiones importantes que se pueden hacer. Usar cables certificados, con calidad comprobada, testados y ensayados en laboratorios es lo que garantiza también el correcto funcionamiento de las líneas, porque en vano se hará una gran inversión si la calidad del material no es buena ya que traería consecuencias graves que, por dar un ejemplo, la aislación tenga fallas y la línea quede fuera de servicio al poco tiempo”.

El artículo 4 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce en su artículo 4o., párrafo quinto, el derecho humano al medio ambiente sano para el desarrollo y bienestar, disposición jurídica que a la letra señala lo siguiente:

Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley.

El marco jurídico aplicable en materia ambiental en México es muy extenso, y en virtud de que se trata de una materia concurrente, con fundamento en el artículo 73, fracción XXIX-G, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, está compuesto por normativa de carácter federal, estatal y municipal. No obstante, lo anterior, existe un instrumento jurídico marco, que es la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), que establece la distribución de competencias entre los tres órdenes de gobierno en la materia.

México es parte de una serie de instrumentos y tratados internacionales en materia ambiental que integran el marco jurídico en relación con el cuidado del ambiente, con base en el artículo 1o. de la Constitución, el cual fue reformado el 10 de junio de 2011 para establecer de manera expresa que todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, por lo que todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.2

La contaminación visual, como otras formas de contaminación, tiende a ser consecuencia de la actividad humana. La publicidad, la expansión urbana, la industrialización y la vida agrícola suelen dejar rastros visuales de su existencia, muchos de los cuales no están pensados para interferir lo menos posible en el entorno o, inclusive, están pensados para destacar lo más posible del mismo. Toda esta tensión que ponen los contaminantes visuales sobre las personas, obligándolos a prestarle su atención o distrayéndolos de lo que podría ser un entorno amigable o apacible, termina por ahuyentar a la gente o, de no poder, por estresarla y hacerla sufrir.

Los principales efectos de la contaminación visual en los seres humanos apuntan al incremento del estrés, lo cual deteriora significativamente sus condiciones de vida, trabajo o desarrollo. El estrés puede tener impacto en la salud cardiovascular de las personas, en su salud emocional o psicológica e incluso disminuir sus márgenes de productividad al distraerlos constantemente.

Por otro lado, la contaminación visual impacta negativamente en el turismo y las actividades recreativas, pues vuelve hostiles entornos que tendrían que ser armónicos o apacibles, y ello tiene a su vez consecuencias económicas y sociales.