UN PUENTE ELEVADO DE SAN PEDRITO A LAS BRISAS BENEFICIARÍA MUCHO A MANZANILLO COMO DESTINO TURÍSTICO Y PONDRÍA ORDEN EN LA CIUDAD
Las obras de remozamiento y adecuación en la escollera de Las Brisas son de gran beneficio para Manzanillo como destino turístico, por el embellecimiento que a su imagen le aportan, amén de los beneficios que traerán para la navegación marítima en cuanto a la entrada de barcos al recinto fiscalizado y la seguridad para la bahía, haciéndonos un puerto de aguas más tranquilas.
Parece mentira que nuevamente le pongamos el ejemplo al mundo que sí es posible conciliar algo que parece tan disímbolo, contrario y hasta enfrentado, como son las vocaciones portuarias y turísticas de un municipio.
El ver entrar las enormes moles de acero de los barcos cargados de contenedores, carros y mercancía diversa, es todo un espectáculo y ahora esto puede capitalizarse desde este punto -la escollera de Las Brisas-, tanto por los propios manzanillenses, como por el turismo nacional y extranjero que hay todo el año.
El turismo de Manzanillo en muchas ocasiones es de negocios, personas que vienen a conocer las oportunidades comerciales de nuestro puerto, a establecer alianzas y acuerdos con empresas locales o a ver las posibilidades de hacer inversiones diversas, quienes de paso, pasean por nuestro destino, que es famoso a nivel internacional desde los años 70, como ya lo era nacionalmente desde los años 30. Así que, aquí se han podido combinar estas dos actividades, incluyendo en la primera de las mencionadas la industrial, aunque hay que decir que lo ideal es que estas vocaciones estén separadas por áreas urbanas específicas, conociendo las propensiones notorias de cada espacio.
La escollera en mención tiene una anchura de 10 metros, cuando antes solamente era de cuatro, de modo que la diferencia es mucha, además de su longitud de nada menos que 300 metros, según lo dado a conocer por la hoy desaparecida API de Manzanillo.
Los detalles incluso están muy cuidados, como es el estampado del adoquín con figura de peces vela, que son el símbolo de nuestro puerto, que ostenta el título de Capital Mundial del Pez Vela, además de un espacio para juegos infantiles.
Las Brisas es una península entre el Mar y el puerto interior, con una vocación muy definida y decantada hacia el turismo, igual que la que tiene el Centro Histórico, muy diferente a la que tienen otras colonias y zonas de la ciudad, que son claramente industriales y relacionadas con la actividad portuaria o meramente habitacionales y dedicadas al comercio en pequeña escala, sin más pretensiones o definición, como sería el caso de las colonias que van de San Pedrito hasta El Valle de las Garzas, igual que las correspondientes a El Colomo y por la carretera hacia la parte alta, incluyendo a Jalipa y Camotlán.
Proyectos como este de Las Brisas, renuevan el interés de retomar el viejo plan de conectar a la zona centro de Manzanillo con Las Brisas, por medio de un puente elevado, como mucho se manejó y platicó cuando se abrió a la navegación el Puerto Interior de San Pedrito.
Estamos hablando de un puente que partiría desde la cima del Cerro del Tanque en San Pedrito, para tomar la altura suficiente para librar los barcos que entran al puerto y caer del lado de Las Brisas, lo cual ahorraría mucho tiempo en el trayecto vehicular y le daría una gran ayuda en sinergia turística a estas dos áreas tan cercanas.
Esta idea está respaldada con profesionistas con conocimiento en diversas clases de obras, como el Arq. Maximiliano Ley Navarro, el Ing. Alejandro Martínez, ambos de Manzanillo y el Arq. Pedro Morales Lee, de Guadalajara, Jal.
Cuando pase por esta área se puede apreciar la escasa distancia que separa a la colonia Burócrata con la punta extrema de Las Brisas. Hay muchos puentes más largos en el mundo y si no se ha hecho nada todavía, es porque no se ha querido hacer el gasto, que sí es oneroso, pero considerando los beneficios que dejaría, no es nada comparable.
Aunque hay varias propuestas que hablan de un puente giratorio o en escuadra, uno levadizo con semáforos y hasta uno muy polémico submarino, el más viable sería sobre la Avenida Niños Héroes, en el tramo El Tajo a la prepa de San Pedrito, se toma una desviación para subir al Cerro de El Tanque, pasando por arriba del túnel ferroviario. Una vez llegando a tal elevación orográfica, que ya tiene una altura importante, desplantaría suavemente hacia arriba un puente vehicular en dirección hacia el fondo de la colonia Burócrata, teniendo unas dos gruesas columnas a una distancia considerable, pero adecuada para hacer el soporte necesario y luego llegar a la entrada del puerto ya con una altura suficiente para librar los puntos más altos de las clases de barcos de diferentes conformaciones y diseños que ingresan al puerto interior.
Una vez librada la boca del recinto comercial, empezaría el declive suavemente del lado de Las Brisas, colocándose también de aquel lado dos columnas del grosor adecuado. Los detalles diversos ya correrían a cargo de los encargados del proyecto, pero como dice un dicho, en ingeniería todo se puede hacer, si hay la voluntad e inversión.
Se trata desde luego de una megaobra, digna de salir en el programa televisivo con esa temática de Discovery Channel, llamado Mega Construcciones (Extreme Engineering).
Manzanillo vale una obra de este tamaño, estamos hablando de la capital económica del estado de Colima, el puerto de México y una terminal Top de América Latina, el continente, el área Asia-Pacífico y el mundo.
Nadie ha querido echarse ese trompo a la uña, a pesar que cuando se abrió el canal de navegación ya se mencionaba que se haría tarde que temprano.
En lo político, el gobernante que se pusiera la encomienda de materializar este antiguo sueño de tanta trascendencia y visión de futuro, no solamente pasaría a la historia, sino que catapultaría sus aspiraciones y posibilidades políticas de una manera increíble.
Manzanillo necesita esa conexión entre el centro y Las Brisas. Es una vocación tangible, se siente, se respira. Debe considerarse, porque haría un corredor turístico muy especial desde el centro hasta Miramar. También ayudaría a poner orden y zonificar mejor la ciudad.