TATIANA ANDRÉS, GALARDONADA CON EL PREMIO ESTATAL DE LA JUVENTUD 2022, CATEGORÍA DERECHOS HUMANOS
Ha participado en propuestas y modificaciones a las leyes para beneficiar a la comunidad indígena del estado de Colima
Tatiana Andrés Rivera, fue galardonada con el Premio Estatal de la Juventud 2022, categoría Derechos Humanos, quien es egresada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales en el área de Administración Pública y Ciencias Políticas.
Comentó que cursar esa facultad le dio las herramientas para poder desenvolverse en el ámbito que más le gusta que es la promoción de derechos humanos, la investigación y sobre todo poder aportar un poco a su comunidad, así como saber más de la cultura y rescatar la identidad de su pueblo.
Dijo que ella tardó alrededor de cinco años para poder tomar un tema y se enfocó mucho y le apasiona mucho la investigación en pueblos originarios en derechos humanos de las mujeres y “me gustaría dejar un granito para estas nuevas juventudes”.
Tatiana Andrés vive en la comunidad de Suchitlán y para ella residir en el campo es muy bonito, pero en el sentido académico “puedo mencionar que tenemos muchos obstáculos como mujeres, debido a que por ejemplo la ideología familiar apoya más todavía la educación para un varón que para una mujer y en este caso yo me motivé del esfuerzo de mis hermanas que tuvieron una educación muy diferente, ellas lucharon por lograr un título universitario, viendo sus carreras logré estas agallas de salirme del capullo familiar y seguir mis sueños”.
“Recuerdo mucho que no querían que yo estuviera esa carrera, pero dije a mí me gusta, me apasiona y cuando algo te apasiona todo se va dando; no creía que fuera a terminar una carrera, porque la distancia para asistir a la escuela es mucha, tenía que salir a las 5:20 de la mañana de mi casa para poder llegar a las 7:00 de la mañana a escuela; tenía un bebé de tres años y es bien difícil la verdad, tener el rol de mamá, estudiante, de ama de casa y de emprendedora, fueron los obstáculo como más pesados para poder estudiar”.
Dijo que “yo me costee mis estudios sola, fue complicado porque en ese tiempo tenía menos edad y mi capacidad física daba para más, tenía un emprendimiento de venta de posters y café en un centro turístico, trabajaba de 9:00 de la mañana a 6:00 de la tarde y por la noche entraba a las 7:00 de la noche a otro trabajo que es un restaurante-café, vendiendo alimentos y bebidas derivados del café, de donde salía a las 12:00 ó 1:00 de la madrugada, los lunes era dormirme a la 1:00 a.m. para levantarme a las 5:00 a.m. para poderme ir a la escuela”.
“Durante la pandemia tuve como un descanso porque no tenía que trasladarme a la escuela, pero también era complicado porque la meta era sobrevivir siendo mamá teniendo a cargo un pequeño”.
Sobre cómo se hizo acreedora al premio, comentó que el saber ahondar en el tema de políticas públicas, de creación de leyes, modificación de reglamentos y en el tema de pueblos originarios había mucho en el aire, en el cual “traté de involucrarme con instituciones que llevaran el tema, en escaso el Impi Colima me dio la oportunidad de participar en varios proyectos con ellos, por ejemplo la propuesta de alguna reformas al artículo 2 constitucional donde se reconocen los derechos de los pueblos y comunidades indígenas”.
“Después me involucré en algunos proyectos con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, donde también se hizo una propuesta de reforma para que las personas no hablantes de la lengua en español tuvieran acceso a la justicia, había personas que estaban encarceladas debido a que no llevaban un juicio en su lengua materna, en el caso de Colima había poca legislación en este tema y pues había algunos casos en que se requería que un traductor pudiera llevar el caso de esas personas”.
“Después de eso, ya con un poco más de conocimiento brindado por mi carrera decidí involucrarme con algunos colectivos igual en pueblos y comunidades indígenas, en el tema de grupos vulnerados, pues en la ley electoral no mencionaba un porcentaje de participación en las elecciones para estas personas, ahí se fue dando todo haciendo propuestas para los legisladores, asistiendo a reuniones para que nos tomaran en cuenta y con esas pequeñas acciones fui introduciéndome en este tema y gracias también a hacer trabajos de investigación”.
Indicó que “ahorita estoy colaborando con el Centro Universitario de Investigaciones Sociales de la Universidad de Colima con un tema llamado Rescate y Divulgación Digital de la Memoria Histórica de Suchitlán, en este trabajo se busca la genealogía, cómo podemos rescatar una comunidad, cómo la identidad de las personas si no conocen de dónde vienen, cuáles son sus ancestros, si eran indígenas o si venían de otros estados, qué hechos históricos estaban sucediendo para que esas personas llegaran hasta Suchitlán”.
Mencionó que para llegar al premio “yo no esperaba tanto, esperaba una mención honorífica, en el último momento decidí postularme, siempre trato de tener proyectos en los que creo que yo puedo trabajar, en este caso me postulé, cumplía con los requisitos y tengo un proyecto que está plasmado, decidí pulirlo, el cual está enfocado en capacitar a las mujeres de mi comunidad en un rango de 15 a 29 años en temas de política, oratoria, de conocimiento de derechos de las mujeres, de género y de las comunidades indígenas”.
“Para mi es muy importante que las mujeres y las niñas de mi comunidad tengan participación en diferentes eventos, por ejemplo en gobernadora por un día, parlamentos juveniles; me daría mucha alegría ver a personas que están postulándose también para el Premio de la Juventud, porque sé que hay personas, no nada más mujeres, también hombres excepcionales que tienen una largar carrera y que tienen un tema en el que tienen trabajando ya varios años; me gustaría elevar ese índice de participación de los jóvenes de mi comunidad”.
Dio a conocer que en el estado de Colima hay presencia de comunidades originarias purépechas, mazahuas, zapotecas, mixtecas y nahua, estas comunidades están distribuidas en los 10 municipios, pero predominan en Cuauhtémoc, Manzanillo y Tecomán, debido a las personas que vienen a trabajar en el campo.
Señaló que en los temas que le gusta ahondar es en los derechos para estas personas, por ejemplo “si quisieran participar en alguna convocatoria que lance el estado para las comunidades indígenas, sino están traducidas en sus dialectos, pues cómo pueden participar, no entenderían como están las dinámicas en Colima; el dilema con las instituciones siempre ha sido eso”.
“Investigamos si el Instituto Electoral del Estado habían hecho alguna jornada electoral con la lengua materna de las personas, porque he conocido a personas trabajando en el campo a jornaleros que hablan muy poco el español, la mayoría venían de Guerrero y nos dicen que ellos ya residen en el estado, ya tienen su identificación oficial con domicilio de Colima, sin embargo, ellos no entienden la dinámica de un proceso electoral y por eso deciden no votar, porque tanto las convocatorias como los procesos, aparte de que no los entienden, no los entienden, no lo sabe leer, no despierta en ellos una participación”.
“Es un tema que he llevado también en el Consejo Estatal Indígena de que las convocatorias para ser parte de este consejo nada más sale en náhuatl, pero no sé en qué variante del náhuatl no tradujeron, hay mucho atraso en ese tema de que las instituciones no están con esa capacidad de cubrir más lenguas como las mixtecas, zapotecas, purépechas y náhuatl que tiene muchas variantes, alrededor de 30”.
Comentó que la propuesta de incluir la comunidad indígena en elecciones electorales, “tratamos de que hubiera un porcentaje de participación como tal para personas indígenas que ya residen aquí con más de 20 ó 30 años viviendo en el estado de Colima, el trabajo que hacen a diario demuestra la pasión que le ponen a sus artesanías o a su trabajo en el campo, hasta educativas, dice mucho que quieren al estado”.
“Con esta reforma quisimos lograr que ese porcentaje estuviera asegurado para ellos, que me parece que es el 10% de participación para las comunidades indígenas y tratar de que tengan la posibilidad de que ellos puedan participar y que el Instituto como tal los arrope, porque si para una persona normal tiene dificultades para estos procesos, imagínense para las personas que no están familiarizadas con el tema de un proceso electoral; yo creo que este porcentaje que se propuso es un pequeño avance para que estas personas puedan participar, porque ellas viven en un entorno diferente, tienen más rezago en la salud como en lo educativo, en lo social, usos y costumbre; muchas veces hay casos que se salen un poco de los derechos humanos”.
“Hay familias que todavía no permiten que las mujeres puedan avanzar, de votar y ser votadas, para ellos necesitamos llegar hasta allá para que tanto mujeres y hombres que deseen participar tengan un espacio con voz y voto en un puesto de elección popular, para que ellos alcen la voz”.
Dijo que con referencia a la reforma electoral, “estoy muy contenta de que haya un primer paso en esta modificación a la ley debido a que personas indígenas puedan participar ya en las elecciones y puedan proponer cosas que mejoren su entorno, su vida social, cultural, ya que llevan una vida muy diferente a llevamos nosotros tal vez en la ciudad, no podemos ver esas problemáticas, ellos son las que las están viviendo, por ello es importante que puedan tener voz y voto en espacios de elección popular con el fin de mejorar su entorno”.
“El acercamiento de las autoridades con los grupos de pueblos y comunidades indígenas, yo creo que debería ser fundamental debido a que actualmente existen, pero debería ser más el trabajo de acercamiento a las personas para que en realidad se note lo que esa problemática, que las autoridades tengan más en cuenta a las comunidades de Colima más que nada, porque muchas veces existe el desconocimiento que hay colonias de pueblos indígenas, porque hay personas de Guerrero, de Chiapas y Nayarit residiendo en Colima y que vienen a nuestra entidad buscando una mejora en su vida y si tenemos una legislación estancada o que no abarque el bienestar para su entorno, para su desarrollo social y cultural de estas personas, pues yo creo que no vamos a tener un avance, hay un retroceso para su desarrollo tanto educativo como de salud”.
“Visibilizar estas comunidades desde la legislación local, con las autoridades correspondientes y así trabajar en conjunto con nuevos proyectos que puedan beneficiar la vida de estas personas”.
Finalmente, dijo que en un futuro “me gustaría seguir en temas de investigación, de propuestas para nuevas modificaciones a las leyes locales que puedan dar un beneficio a estas familias; me gustaría mucho enfocarme en la capacitación a jóvenes y en especial a mujeres de mi comunidad para que elles empiecen a ver otro entorno, capacitarlas en las leyes que hay en el estado que las protejan, cuáles son las leyes que les permiten tener acceso a diferentes servicios; enseñarles, llevarles conocimiento, educación y que ellas empiecen a labrar sus caminos, que sean visibles y decirles venimos de Suchitlán, tenemos esta problemática y queremos resolverla, empoderarlas a que se abran camino con las instituciones”.