OPINION

EXPORTACIONES AGROALIMENTARIAS –  FOREX

Por Alejandro Bernal Astorga

El campo es importante porque en él se producen los alimentos que consumimos y la materia prima que la industria requiere para su transformación. Lo que ocurra en el medio rural, repercute directa o indirectamente en nuestra vida diaria y en la legítima aspiración de los productores a tener mejores niveles de vida.

Una visión de Estado para el sector agroalimentario implica la inclusión prioritaria de productores del sector social que requieren inicialmente apoyos asistencialistas, por condiciones de marginación; al hacerlo se atacan los efectos inmediatos de la pobreza, pero no las causas estructurales que la originan, de ahí la necesidad de generar a la par, las condiciones educativas, culturales, productivas, tecnológicas, comerciales, económicas, jurídicas y de seguridad para romper círculos de pobreza.

Tener una visión de Estado también requiere incentivar la productividad y competitividad en el agro, para no generar codependencia y optimizar el uso de recursos públicos limitados; no hacerlo sería contraproducente para la sostenibilidad de las actividades productivas y de las finanzas públicas.

En este contexto, es una muy buena noticia que con base en información generada por el Banco de México (Banxico), la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) informara que en el 2023 nuestro país tuvo una balanza comercial agroalimentaria superavitaria por 7,576 millones de dólares con el exterior, ya que las exportaciones alcanzaron los 51,874 millones de dólares (un incremento del 3.9% con relación a 2022) y las importaciones solo sumaron 44,297 millones de dólares (se redujeron en un 0.07%).

En términos de volumen exportado, los mayores incrementos se observaron en las ventas de ganado bovino (con el 63.1%), preparaciones de café y té (36.9%), uvas (frescas o secas), pasas (35.7%), hortalizas preparadas en vinagre (21.9%) y con 16.6% salsas, sazonadores y condimentos.

Los productos nacionales con mayor valor dentro de las exportaciones durante 2023 fueron: la cerveza, 6,163 millones de dólares, tequila y mezcal con 4,429 millones de dólares, tomate fresco o refrigerado con 3,048 millones de dólares, aguacate con 3,030 millones de dólares y productos de panadería con 2,642 millones de dólares.

El maíz amarillo (principalmente estadounidense) utilizado para la alimentación de ganado, fue el producto más importado; las compras crecieron en 1.3% y alcanzaron los 5,872 millones de dólares. En segundo término, se ubicaron las habas de soya, si bien las compras se redujeron en un 11.5%, alcanzaron los 3,657 millones de dólares.

En tercer lugar se ubicó a carne de porcino, con adquisiciones por 2,762 millones de dólares (+4.2%); el trigo, con compras por 1,801 millones de dólares (-14.9%), así como la carne y despojos de aves, con 1,594 millones de dólares (-8.2%).

Al respecto cabe hacer las siguientes consideraciones:

Las exportaciones mexicanas agroalimentarias (agropecuarias y agroindustriales) registraron una tendencia creciente por 14 años consecutivos; éste ha sido un proceso gradual de crecimiento que ha posicionado a México como el 12º productor de alimentos y el 9º exportador a nivel mundial.

Es la primera vez que las exportaciones de alimentos mexicanos superan la barrera de los 50,000 millones de dólares y esto además de beneficiar a las empresas, contribuye en voz de Víctor Villalobos, secretario de la SADER a “potencializar la dinámica económica del país por la generación de empleos y la llegada de divisas, sin descuidar el abasto”.

Hay 3 factores que inciden significativamente para que esto sea posible: las estrategias comerciales exitosas implementadas por las empresas (cultura exportadora, operaciones respaldadas por contratos y eficiencia logística); tener una producción estandarizada y certificada en cantidad y calidad, así como poseer un estatus fitosanitario que permite la exportación sin restricciones. Además, la sustentabilidad debe ser un tema prioritario para preservar los medios de producción, sin anteponer los intereses económicos.

En el ámbito del comercio internacional, en 1994 el sector agroalimentario mexicano exportaba poco más de 4 mil millones de dólares al mundo; en 2023 y a tres décadas de la apertura comercial mediante la firma del TLCAN – TMEC, se exportan productos del campo y el mar por más de 50 mil millones de dólares y de estos, más del 80% se destina al mercado de Estados Unidos y Canadá.

Como países en lo individual, no somos autosuficientes para garantizar nuestra seguridad alimentaria, pero como socios comerciales del T-MEC, sí. Hoy, somos altamente complementarios para proveer el abasto suficiente de alimentos a una población de más de 500 millones de habitantes, que conforman la región de Norteamérica.