EL DESATINO Y LA SINRAZÓN
Personajes de oscuros intereses se ocupan constantemente de desacreditar a la Administración del Sistema Portuario Nacional Manzanillo asumiendo unas veces que hay empresas “consentidas” y otras que se hacen negocios desde las entrañas de la dependencia, acusaciones basadas en meros revanchismos surgidos desde su incapacidad e incompetitividad.
Un día señalan una cosa, otro día otra, pero siempre recurriendo a la invectiva y a la calumnia, siempre incurriendo en la mentira como moneda de uso común en quienes no superan que en el puerto ya no se les permita el tráfico de influencias y otros vicios.
Señalamientos van y vienen y se quedan en el aire, como todo lo endeble, porque carecen de fortaleza y de sustento.
La acusación más baladí es la que recientemente hicieron respecto de los cambios desarrollados en mandos medios y menores, cambios que obedecen, por demás, a la política natural de toda empresa de dinamizar sus espacios laborales, evitando que se enquisten personajes o se generen vicios nacidos de la permanencia insana en los cargos.
Se cita a ex colaboradores que simplemente cumplieron sus ciclos y adquirieron habilidades y experiencia dentro de la Asipona, con la que por ello están en deuda y donde consiguieron prepararse de tal forma que podrán desempeñarse en cualquier ámbito gracias a la preparación que han recibido. Lo anterior no quiere decir que, por esa rotación común, la Asipona esté en rencillas con ellos. Al contrario, existe un mutuo agradecimiento; de la empresa por los servicios recibidos y de los ex colaboradores por lo aprendido.
Quienes dedican tiempo, y por lo visto recursos a la descalificación, deberían mejor dedicarlos a causas mejores que a calumniar a las autoridades de la administradora portuaria.
La actividad del puerto no va a parar porque algunos perdieron capacidad para competir y porque ya no cuentan con tratos de predilección amañada. El puerto es mucho más que la insidia y los chismes.
Dicho está.
Créditos: Vicente Fotografo