ESPECTACULOS & CULTURA

CON LA LLEGADA DEL TREN A MANZANILLO, EL CAÑÓN O LA CORTADA, SE CONVIRTIÓ EN UNA DE LAS PRINCIPALES CALLES DEL CASCO URBANO

Hace 144 años fue abierto un paso en el cerro del Sector 4 con la finalidad de introducir al ferrocarril a la ciudad de Manzanillo, naciendo con esta división el Sector 5 y una nueva comunicación peatonal para el lado de la laguna que por entonces estaba apenas en desarrollo.

Tras muchos años de ver ingresar al tren de pasajeros a la estación este paso conocido entre los porteños como El Cañón o La Cortada, se convirtió en una de las principales calles del casco urbano.

En 1880, estando cercano el fin del siglo XIX, el ferrocarril se expandía con sus caminos de hierro por el mundo entero, trayendo la comunicación y el progreso, tanto para el movimiento de mercancías como de pasajeros. En los Estados Unidos, el caballo de hierro permitió atravesar el continente desde su asentamiento original en las llamadas Trece Colonias hasta la costa del Pacífico, conocido como El Lejano Oeste, en lo que fue toda una epopeya.

También en esa época se empezó a hacer las gestiones e inversiones necesarias para que el servicio más moderno de transporte en el mundo en ese tiempo, el ya citado tren llegara a México.

En enero de 1873 el presidente de la República, Sebastián Lerdo de Tejada, inauguró la línea ferroviaria entre la Ciudad de México y Veracruz, con un ramal hacia Puebla. Para el año de 1876 el total de vías férreas en el país asciende a la cantidad de 680 kilómetros de extensión. Como uno de los puertos de altura del país, Manzanillo apareció en el mapa de lugares de extensión natural de las vías, a partir de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, la segunda en importancia en la nación.

Desde el 17 de agosto de 1872 se empieza a ver esta posibilidad, cuando se hace un recorrido desde la ciudad de Colima hasta el puerto de Manzanillo por parte de una comisión encargada de encontrar la mejor ruta para trazar la vía férrea entre estos dos puntos.

La comisión se encontraba conformada por los ingenieros Juan B. Matute, Holwack y Albert Von Martz y los funcionarios estatales Lucio Uribe, Miguel Orozco y Juan Fermín Hurtado, entre otros puntos por donde pasaron e hicieron observaciones estuvieron Coquimatlán, Jala, La Constancia, Armería, Cuyutlán, Canoa Verde, Chocohuiste, Campos y por supuesto, el puerto de Manzanillo.

En este último lugar fue que determinaron la pertinencia de practicar una comunicación por en medio del Sector 4, para construir la estación ferroviaria en el área entre La Perlita y la zona de los muelles portuarios. Hay que decir que en esos tiempos, Manzanillo como población estaba ubicado únicamente frente a las aguas de la bahía, teniendo únicamente comunicación hacia el lado contrario tras los cerros por donde está la laguna a través de lo que hoy es la calle México, que por esta misma razón, fue nombrada en sus primeros años como Calle de La Laguna y posteriormente, Calle Principal.

Es por esto que no se optó por ingresar al ferrocarril de pasaje por esta parte -la Calle de la Laguna o Principal-, para no estorbar la vida comercial y habitacional que ya estaba dando por esta calle de importancia primaria para Manzanillo. Por otra parte, en sus primeros años, el sitio más importante del puerto fue La Perlita, ya que ahí inició la ciudad, siendo el primer lugar que se limpió en la bahía y donde se inició la habilitación de los primeros patios y muelles para esta actividad, trabajos encabezados por Don Francisco Anguiano y el ayuntamiento de Colima. Por todo esto, se designó necesario abrir un camino para el ingreso del tren a través del cerro enfrente de La Perlita, o sea, el Sector 4, el cual procedió a practicarse de inmediato con pólvora y trabajo humano, naciendo con ello el Sector 5.

Hasta el 12 de diciembre de 1880 desembarcaron en Manzanillo en el vapor Wilmington los ingenieros A.C. Preston (jefe de los trabajos); Haynes, Heston, Stoff, Patteson, Spumes, Davis y Dixon, por parte de la compañía constructora. Hasta el puerto vino a recibirlos el General Francisco Santa Cruz, gobernador del estado de Colima en ese momento. Conocieron el paso abierto para la introducción de las vías férreas, quedando todos satisfechos con lo realizado. El 23 de diciembre del mismo año llegaron desde la capital del estado 10 ingenieros colimenses, para reunirse con los de la compañía norteamericana con la misma finalidad.

Una vez arreglados todos los detalles en la negociación correspondiente y viendo que no había impedimentos técnicos para realizar la obra, se concesionó el uso de las vías por 99 años a la Constructora Nacional Mexicana, dirigida por Sullivan y Palmer. El 21 de abril de 1881 se hizo una ceremonia de inauguración de los trabajos del ferrocarril de vía angosta de Manzanillo a Colima, a las 8:00 de la mañana en el potrero Agua Azul, en Manzanillo, la cual fue patrocinada por el Gral. Pedro Galván, administrador de la Aduana Marítima de Manzanillo. Posteriormente, el 21 de octubre de 1881 se iniciaron los trabajos de la vía del ferrocarril angosta de Manzanillo a Colima.

Pero el 27 de octubre de 1881 un ciclón con duración de alrededor de seis horas hundió cuatro embarcaciones en la bahía, siendo una de ellas el buque Wilmington, de matrícula norteamericana, que traía rieles desde los Estados Unidos, para la vía angosta del ferrocarril Manzanillo a Armería, lo que retrasó brevemente los trabajos.

El primero de julio de 1882 se pudo iniciar la construcción del puente sobre la laguna de Cuyutlán para colocar la vía férrea Manzanillo a Colima y fue hasta el 14 de agosto de 1882 que se introdujo por fin el tendido de rieles de vía angosta a la población de Manzanillo por en medio del cañón o cortada en el cerro, hasta llegar al otro lado, a La Perlita. El 17 de noviembre de 1882 el ferrocarril de Manzanillo, que era de vía angosta como la mayoría en el mundo en ese entonces, obtiene autorización para recorrer el tramo hasta Armería.

Aunque este paso o comunicación no fue pensado como una calle con fines vehiculares, sí permitió desde su apertura el traslado de personas a pie entre el área de la bahía y la ribera lacustre. Esto favoreció el desarrollo de esta orilla del Vaso de Caimanes o Cuyutlán, de manera que al mismo tiempo que se inauguró el cañón como paso ferroviario, también se determinó mover el panteón de Manzanillo de su sitio, al costado del templo de Guadalupe, donde la última persona enterrada fue Doña Higinia Rubio de Ruiz, hacia esta nueva área de la ciudad, una de sus orillas en esos momentos.

Fue en ese mismo 1880, hacia finales del año, que empezó a funcionar el panteón Santa Rosa, en el barrio de El Crucero, lo cual se favoreció con esta comunicación entre los cerros, que se sumó a la calle México y la Carrillo Puerto, esta última que también se abrió con explosivos, pico y pala, abatiendo el Cerro de la Ciudadela, para comunicarla con la calle del Mercado y su prolongación hacia La Pedregosa, posteriormente Diagonal Corregidora.

El 20 de noviembre de 1930, el diputado local José Dupond y el presidente municipal electo de Manzanillo, Felipe Rocha, fueron asesinados por Miguel Magallón. Estos se encontraban platicando en unos equipales a la puerta de Rocha sobre la calle México, frente a la escuela Miguel Hidalgo, cuando Magallón pasó por ahí sobre una bestia y les disparó a quemarropa. Dupond murió instantáneamente y Rocha sobrevivió unos pocos minutos.

Magallón huyó por la calle Juárez para meterse por El Cañón, pero al meter su cabalgadura una pata entre los durmientes, se le quebró, por lo que Magallón huyó a pie con rumbo a El Colomo. Fue alcanzado y aprehendido en la calle de El Crucero, a una cuadra aproximada de la salida del cañón, ya que ahí había un retén de soldados que ya lo estaban esperando. Fue llevado a la cárcel ubicada en el palacio municipal.

Desde septiembre de 1997, con la desaparición del servicio del tren pasajero a Guadalajara, la calle reforzó su vocación como una calle informal de la ciudad, del tipo peatonal y actualmente, ya retiradas las vías y pavimentada con adoquines, se convirtió en la calle Porfirio Díaz, una de las principales de Manzanillo; una comunicación entre el Sector 4 y el 5 que ha visto pasar a grandes personajes nacional, como el propio Gral. Porfirio Díaz, cuando vino a inaugurar la vía del tren de trocha ancha.

Aún presenta algunos problemas de seguridad para el paso de personas y vehículos, ya que en tiempos de lluvia es frecuente que haya deslaves en sus laderas, pero es una calle que da un gran servicio a nuestra ciudad.