“LA CHULA” Y SU CARÍSIMO EGO
Se imagina usted, ¿Cómo estarían las calles de Villa de Álvarez si la alcaldesa Tey invirtiera todo lo que gasta en sus festivales en repararlas? Serían seguramente calles de primera calidad. Ni hablar de que, si ese dinero se invirtiera en seguridad, policías de barrio, casas de usos múltiples, en fin, gastos a los que deben ir destinados los impuestos de todos.
Sin embargo, durante dos años y medio hemos visto como “La Chula” ha usado la administración municipal para hacer culto a su personal organizando festivales que, si bien no están mal, no tiene como objetivo otra cosa que ser actos de campaña de una eterna candidata. Es importante observar como en cada festival y acto, es “La Chula” quien destaca sin señalar los logros y acciones de sus directores, jefes y personal operativo; lo anterior, respaldado por su área de comunicación social, quienes no señalan el trabajo de los regidores, quienes de forma colegiada son los que designan y destinan los recursos para que el municipio realicé los costosos festivales de “La Chula”.
Es importante hacer notar, que no son pocos los regidores, que, en sesiones de Cabildo, han hecho notar las fuertes inversiones que se realizan en festivales como el del “Mariachi”, no son beneficiosas para el municipio, pues es mucho lo que se gasta y poco lo que se recupera. Sin embargo, ignorando lo anterior, “La Chula” insiste en que realizarlos trae beneficios para los empresarios que participan en los mismos activando la economía. No obstante, el municipio gasta en artistas y escenarios, dinero que no recupera y que recae en los contribuyentes.
Sería mejor que “La Chula” fuera gestora de patrocinadores y que los empresarios beneficiados patrocinaran también artistas y logística, o, aún mejor, que invirtiera el dinero en mejorar calles, accesos, luminarias y seguridad que impactan positivamente en la población y en los negocios todo el año. Pero queda claro que los festivales son actos proselitistas y de imagen personal.
Además, “La Chula” ha tenido algunos desencuentros con algunos funcionarios de la administración municipal, los cuales prefieren salir de sus puestos a conocer la ira de “La Chula” al no responder a sus intereses, muy alejados del interés de la población.