COLIMA

UNIVERSIDAD DE COLIMA MOVILIZÓ A MÁS 700 ESTUDIANTES PARA LIMPIAR PLAYAS Y FONDO MARINO EN MANZANILLO

En las costas del Pacífico mexicano donde el océano abraza al puerto de Manzanillo, una nueva generación se levanta para defender lo que aún nos queda por proteger.

Manzanillo, un paraíso costero que enfrenta una amenaza silenciosa, la contaminación por residuos sólidos y microplásticos que invaden sus playas y ecosistemas marinos.

La degradación de estos plásticos genera microplásticos, partículas menores a cinco milímetros que son ingeridas por la fauna marina, causando daños en su sistema digestivo y afectando la cadena alimenticia.

La Universidad de Colima, a través de su delegación en Manzanillo y su voluntariado universitario, movilizó a más de 700 estudiantes, docentes y trabajadores en una cruzada silenciosa, pero poderoso, limpiar nuestras playas y el fondo marino.

Bajo las aguas de La Boquita buzos universitarios descendieron para rescatar lo invisible, redes fantasmas, plásticos, botellas, latas, ecosistemas enteros agradecen hoy una acción humana que eligió no mirar hacia otro lado.

Estas acciones no solo buscan limpiar las playas, sino también educar y fomentar una cultura de responsabilidad ambiental en la comunidad, destacando la importancia de reducir el uso de plásticos y promover el reciclaje.

Esta jornada no fue solo un evento, fue una lección viva, una demostración de que el cambio no comienza con discursos, sino con manos que se ensucian, con decisiones que suman, con estudiantes que entienden que cuidar el planeta es también cuidar el futuro.

El Dr. Marco Agustín Liñán Cabello, investigador de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Colima, dijo que se sumaron a esta noble causa de limpieza de playas y fondos marinos, “nosotros como profesores, también participaron alumnos de la carrera de Ingeniería Oceánica y de Oceanología, jóvenes de sexto, octavo y noveno semestre, muy entusiastas todos ellos, nos sumamos a hacer la limpieza, pero por la parte marina atrás de la rompiente, con equipos de buceo y con snorkel estuvimos obteniendo todo lo que la gente no debería dejar en nuestros mares”.

Comentó que “generalmente el voluntariado de la universidad siempre está muy activo en este tipo de acciones, pero esta vez se sumó la Facultad de Turismo, la delegación de aquí de la universidad de Manzanillo, la Facultad de Ciencias Marinas y es muy necesario, sobre todo ahorita que van saliendo del periodo vacacional, siempre los océanos, la playas quedan un poco sensibles al problema de la contaminación, cuando vienen los turistas, toda la gente se lleve sus desechos, esto es lo que deberíamos de hacer”.

“En general se ha visto que se ha obtenido y un poco más de conciencia entre los visitantes, pero todavía falta mucho por hacer y qué bueno que se hagan este tipo de acciones, porque no nada más es la parte de la escénica de que no se vea basura, sino que recalco, pues tiene mucho que ver en salvaguardar nuestra biodiversidad, nuestros océanos y nuestra vida marina”.

La lucha contra la contaminación por microplásticos es un desafío global que comienza con acciones locales.

Manzanillo tiene la oportunidad de convertirse en un ejemplo de sostenibilidad y protección ambiental, porque quien suma no se equivoca y hoy la Universidad de Colima suma más que números, suma valores, compromiso y esperanza para un mundo que aún puede salvarse desde sus playas, desde sus aulas, desde su gente.