EXPONEN UNIVERSITARIAS BARRERAS DE GÉNERO QUE DEBIERON VENCER PARA DESARROLLARSE
*“Mi compromiso es con el desarrollo humano, y si para ello debo hacer visibles los grandes problemas, con el fin de avanzar en su solución, lo haré”: Christian Torres Ortiz
Este ocho de marzo, Día Internacional de la Mujer, las universitarias llevaron a cabo el “Diálogo con mujeres UdeC por un futuro igualitario”, en el que hablaron sobre cómo han ido rompiendo barreras de género, tanto al interior de la Universidad (desde que eran estudiantes) como las establecidas por la sociedad, para abrirse espacios desde donde pudieran ser escuchadas. Al diálogo asistió como invitado el rector de la Universidad de Colima, Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño.
En el evento, moderado por Blanca Liliana Díaz Vázquez, presidenta del Voluntariado de la Universidad de Colima, participaron Sara G. Martínez Covarrubias, jubilada; Viridiana Barragán Medina, estudiante de la Licenciatura en Administración; Brenda Lizeth Aguilar García, trabajadora universitaria; Genoveva Amador Fierros, directora general de Relaciones Internacionales y Cooperación Académica y Ana Azucena Evangelista Salazar, presidenta de la Asociación Colimense de Universitarias.
Un punto en común de las universitarias fue que, en sus años como estudiantes, el acoso y hostigamiento hacia las mujeres era una situación que solía normalizarse, pero no sólo dentro de la universidad, sino en todos lados. De hecho, Genoveva Amador recordó que en sus primeros años como alumna de enfermería, el hostigamiento era sistemático, hasta que se cansó y buscó ayuda entre sus compañeras; “hasta hoy, pienso que si usas mecanismos institucionales para hacer frente a ese problema, las situaciones se solucionan, pero si no existen los mecanismos hay que construirlos, porque no te puedes quedar como espectadora”.
Sara G. Martínez comentó que, si bien la Universidad es generosa, abierta al cambio y ha tenido avances en la participación de la mujer con la creación de espacios para difundir la perspectiva de género, como son la Asociación Colimense de Universitarias y la Revista Géneros, “las condiciones para el desarrollo de las mujeres no han terminado de cambiar; el techo de cristal todavía existe y las expectativas que se tienen hacia las mujeres, el ciclo biológico y los estereotipos, también impiden el desarrollo de las mujeres, no sólo en el ambiente universitario sino en la sociedad en general”.
Y es que para las universitarias, una cuota de género no es funcional sino se les dan las mismas oportunidades para desempeñarse. En este tema, Sara G. Covarrubias cuestionó que el puesto de secretarias se ha ocupado sólo por mujeres y que los hombres no sean parte de los voluntariados; “en cada espacio -agregó- podemos encontrar posibilidades para seguir avanzando”.
Por este motivo, las panelistas sugirieron revisar los programas educativos y usar los indicadores de género para ver qué tanto se está avanzando, así como darle más espacio a mujeres en carreras que son consideradas exclusivamente para hombres, como las ciencias, las ingenierías, y matemáticas, entre otras, y dijeron que si bien las mujeres poco a poco han ganado espacios, aún se debe trabajar más en este tema.
Lo mismo sucede con quienes están frente a grupo, coincidieron Viridiana Barragán y Brenda Lizeth Aguilar. De acuerdo con ellas, todas y todos los docentes deberían tener perspectiva de género, en todos los niveles educativos, para disminuir cualquier expresión de violencia y desigualdad. La Universidad, dijo Lizbeth Aguilar, “tiene la oportunidad de inculcar y promover la equidad de género y contribuir para formar una sociedad igualitaria donde no existan desigualdades en ningún ámbito de la vida, social, institucional, política y cultural. Esta lucha no es exclusiva de mujeres, sino de toda la comunidad universitaria”.
En su momento Azucena Evangelista insistió en la necesidad de promover una cultura de paz y evitar la violencia; “es importante que exista una formación docente intencionada con perspectiva de género. Debemos pensar que todas las personas que estén frente a grupo deberían estar sensibilizadas con esta perspectiva. Tenemos que promover las campañas permanentes para construir espacios con respecto a nuestras diferencias, pero libres de estereotipos y violencias de género. Esto no es sencillo, pero debemos ir espacio por espacio”.
Finalmente, el rector Christian Torres Ortiz, en su participación, comentó que una de las prioridades de su agenda rectoral es lograr la equidad, para lo cual creó un programa transversal de perspectiva de género. Para elaborar este documento, dijo, contó con el apoyo de las mujeres universitarias, “pues ellas son las que realizan investigaciones, participan en redes, son profesoras y además interactúan con otros grupos de mujeres, como las empresarias, las activistas sociales, las mujeres migrantes, indígenas, trabajadoras, las que viven violencia, las escritoras, científicas, alumnas, amas de casa y niñas”.
En la construcción definitiva de este programa, agregó, se está trabajando en un diagnóstico que permita medir los avances para asegurar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, tanto en espacios educativos y laborales como en el desarrollo profesional. Para empezar, destacó, “hay que tener claras las necesidades y medir los avances. Mi compromiso es con el desarrollo humano, y si para ello debo hacer visibles los grandes problemas, con el fin de avanzar en su solución, lo haré”.
“Tengo claro -dijo por último- que eso no es suficiente; por ello, también realizaremos acciones afirmativas para visibilizar a las mujeres, sobre todo en áreas en las que ellas han topado con el techo de cristal. Me refiero a algunos puestos laborales, a las carreras de ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas, áreas en las que necesitamos una mayor participación de las mujeres”.
El diálogo también se transmitió por la plataforma Zoom y tuvo alrededor de 300 asistentes.
