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BUQUES TRAMPA FONDEAN FRENTE AL PUERTO DE MANZANILLO EN BUSCA DE CARGA

Del 7 al 9 de noviembre será la reunión Empresarial Astom 2024, que organiza la Asociación de Terminales y Operadores de Manzanillo, encabezada por José Antonio Contreras, para hablar de planes y proyectos, modernización y ampliación de la infraestructura, el nearshoring y los problemas y retos para empresas de comercio exterior, en la cual participarán las autoridades de la Secretaría de Marina y Aduanas, las navieras, prestadores de servicios y todo lo relacionado con el sector naviero.

Ya llegan con servicio regular buques de grandes dimensiones como el APL Fullerton de 397.88 metros; el CMA CGM A. Von Humboldt y el Marco Polo de 396 metros; el APL Esplanade de 368.82 metros y el Thalass Elpida de 368.47 metros.

De enero a septiembre la carga acumulada fue de 2 millones 911 mil 798 TEU, 6.7 por ciento más que el mismo periodo de 2023.

La zona de fondeo es crucial para el funcionamiento eficiente del puerto, se menciona que hay 17 barcos en esa zona donde operan embarcaciones en un entorno altamente regulado; ahí se encuentran principalmente dos tipos de barcos: Los de línea regular con un programa de llegada bien definido y los “barcos trampa”, que no siguen un itinerario fijo.

Estos últimos se mueven entre diferentes puertos en busca de carga y tienen que esperar a que se desocupe un espacio en el muelle; se ven obligados a solicitar contratos de fondeadero, un proceso que puede resultar complicado y generar demoras.

Todos deben cumplir los procedimientos rigurosos bajo la normatividad de operaciones portuarias para garantizar la seguridad y la eficiencia.

Estas regulaciones son esenciales para manejar la congestión y optimizar el uso del espacio portuario, como las solicitudes de fondeo, con prioridad generalmente a los buques de línea regular que tienen garantizados el espacio y pueden acceder al muelle según su programación.

Los “barcos trampa” deben esperar incluso por periodos prolongados si la demanda es alta o si el espacio en el muelle está completamente ocupado; las autoridades portuarias regulan el tiempo que un barco puede permanecer en fondeo, con el fin de facilitar la rotación y evitar congestionamientos innecesarios.

Sin este delicado equilibrio, la eficiencia de carga y de pasajeros se puede obstaculizar.