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CIFRAS OFICIALES DE NACIMIENTOS DE HIJOS DE ADOLESCENTES NO ME PARECEN REALES: ROSSY VILLARRUEL

Rossy Villarruel Figueroa, presidenta del colectivo feminista Las Rosas Rojas, aseguró que las cifras de madres adolescentes proporcionada por la Secretaría de Salud no son reales, pues existen menores en comunidades rurales donde no hay servicios de salud y muchas dan a luz en sus casas con parteras o en espacios donde no se deja un registro.

Señaló que según datos de la Secretaría de Salud, durante 2021, en todos los hospitales del estado, tanto privados como públicos, se registraron 1,663 nacimientos de niñas y niños, cuyas mamás estaban en el rango de edad de los 10 a los 19 años, mientras que en 2022 la dependencia estatal registró 1,469, destacando una disminución.

Dijo Villarruel Figueroa que “las cifras oficiales que se tienen de los nacimientos de hijos o hijas de adolescentes de un rango de 10 a 19 años no me parecen reales, porque vienen de la Secretaría de Salud y hay comunidades retiradas de la zona urbana donde la incidencia de embarazos en adolescentes es alta”.

Mencionó que “hay lugares en el estado donde no hay información, no hay acceso a anticonceptivos, donde el poder del papá, de la mamá o de la religión es muy fuerte como para que les den una orientación sexual a las jovencitas y hay muchos embarazos en adolescentes, las niñas tienen a sus bebés ahí con una partera o con alguien que no es médico de profesión”.

Indicó que en algunas comunidades donde se cuenta con centro de salud, no tiene la posibilidad de atender partos, “qué pasa con todas esas jovencitas que tienen a sus bebés y que no son registradas en un censo como el que maneja el Grupo Estatal para la Prevención del Embarazo en Adolescentes, perteneciente a la Secretaría de Salud”.

Explicó que hay muchos factores que inciden en el problema de embarazos tempranos, como la falta de una orientación sexual real, adecuada y empática; el que no haya acceso libre a los anticonceptivos y menos en zonas rurales; además, muchos no los pueden comprar las jovencitas y tampoco tienen la facilidad de ser atendida por un ginecólogo o ginecóloga que les diga qué anticonceptivo deben usar, porque no se pueden usar cualquier método, este debe ser personalizado.

Consideró que la orientación sexual debe darse desde la primaria y no segmentarla para niñas y niños, debe ser la misma para ambos: “Una niña debe saber cuál es la función del aparato reproductor de un niño y el niño debe saber cuáles son las funciones del de la niña, más allá de lo que digan los libros de texto, hay otro tipo de herramientas didácticas donde ellos y ellas pueden entender y comprender mucho mejor su función”.

Agregó que en muchas escuelas primarias se esperan a que los menores estén en secundaria, pero para ese tiempo las niñas y los niños ya tuvieron toda la información a través del Internet o medios de comunicación que no son adecuados, donde existe mucha información falsa.

Añadió que en los adolescentes hay desinformación de cómo usar los métodos anticonceptivos.

Por último, expresó que “desde hace muchos años las políticas públicas no han cubierto la necesidad de orientación sexual en adolescentes como debe ser, están siempre limitadas por el dinero, en los presupuestos anuales no se contemplan recursos a ese tipo de acciones y se están llevando entre las patas a jovencitas que truncan su carrera, se brincan una etapa de su vida que es importante para su madurez, además de la afectación de su salud”.