COMUNIDAD DE LAS TUNAS EN COLIMA LLEVA UN MES SIN AGUA POTABLE POR NEGLIGENCIA DEL AYUNTAMIENTO
Los habitantes de la comunidad de Las Tunas, en Colima, han vivido durante un mes sin acceso al agua potable debido a la descompostura del motor que abastece el servicio en la zona. Este problema se originó después de que agricultores, entre ellos el comisario de la comunidad, Antonio Chávez Alcaraz, utilizaran el agua para regar diez hectáreas de papayo durante ocho meses, lo que provocó el deterioro del equipo.
A pesar de la gravedad de la situación, el comisario Chávez Alcaraz intentó justificar sus acciones respaldándose en un supuesto apoyo de la presidenta municipal, Margarita Moreno, quien presuntamente autorizó la perforación de un nuevo pozo basado en la firma de apenas 15 personas de la comunidad. Este proceso, según los pobladores, careció de transparencia y de un consenso real de la mayoría afectada.
Lo más alarmante es que, a pesar de la responsabilidad evidente del comisario y de quienes impulsaron la perforación, ahora exigen que la comunidad colabore económicamente para reparar el motor. Esto contradice el acuerdo firmado al recolectar las firmas, donde los promotores se comprometieron a asumir cualquier problema derivado de sus acciones.
Los habitantes han intentado buscar soluciones a través de la Comisión Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Colima y Villa de Álvarez (CIAPACOV), pero han sido informados de que, al tratarse de un pozo municipal, dicha institución no puede intervenir en la problemática.
El conflicto ha escalado, pues el comisario, quien además es hijo del dueño de las tierras que fueron regadas, ha optado por cerrar las válvulas del suministro de agua, condicionando su apertura a que la comunidad coopere económicamente para la reparación. Esta medida ha sido percibida por los vecinos como una forma de chantaje y abuso de poder.
La falta de acción y respuesta por parte del ayuntamiento, ha generado una creciente molestia en la comunidad, que exige soluciones inmediatas. Mientras tanto, los habitantes de Las Tunas siguen padeciendo las consecuencias de una mala gestión que ha dejado en evidencia la falta de responsabilidad de las autoridades locales para garantizar un servicio tan básico como el agua potable.