DESPUÉS DE DOS AÑOS LA HERMANDAD DEL SANTO ENTIERRO DE COMALA REANUDA ACTIVIDADES CUARESMALES

Después de dos años de suspensión por la pandemia, la Hermandad del Santo Entierro en Comala, este año reanuda sus actividades, por lo que los encargados del comité de trabajos cuaresmales acudieron el 3 de marzo a las barrancas para cortar palmilla para armar el escenario en el altar mayor del templo para el primer viernes de cuaresma.

José González Velázquez comentó que por herencia de su padre pertenece a este comité, “preparé mi guadaña y mi camioneta Tornado para acudir a cumplir con mi obligación con el grupo de la Hermandad del Santo Entierro”.

Dijo que “salimos con mis compañeros por la mañana y el jefe del grupo nos indicó que iríamos a los potreros de Pintores 1, lugar donde habían obtenido el permiso para cortar la palmilla y nos regresamos al medio día, porque a las 4:00 de la tarde deberíamos estar en las afueras del templo para ir amarrando la palmilla a las latas y viguetas que se fijan en el altar mayor creando el escenario del primer viernes, donde se llevaría a cabo la meditación y lecturas bíblicas sobre “La Denuncia”, dentro de la pasión, muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo”.

Los trabajos para el segundo viernes de cuaresma, iniciaron el jueves 10 de marzo por la mañana, comandados por el jefe Alfonso Velasco, acudieron a las barrancas a traer palmilla y por la tarde amarraron la palmilla a los polines para preparar el escenario, en el cual se meditarán los temas bíblicos correspondientes a “La Condena” en el rezo del viernes 11 de marzo”.

Después vienen trabajos similares para el tercer viernes, donde meditarán el tema correspondiente a “Las Caídas” de la pasión, muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo”.

En estas actividades cada uno de los jefes de viernes es responsable de los gastos que se requieren para llevar a cabo esta titánica tarea y para ello se vale de la recolección de limosnas con sus compañeros de grupo y del apoyo de jornales de miembros y patrocinadores.

Cualquier persona puede apoyar de manera económica o aportando algún bastimento para quienes acuden a cortar la palmilla, otros prestan su vehículo para el traslado, otros apoyan con gasolina y otros pagando de su bolsa un mozo que acuda en su representación.