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DICIEMBRE – SOCIALIZANDO DATOS

Por: Balvanero Balderrama García

balvanero@gmail.com / @Balvanero.B

“Felices fiestas de la Natividad y los mejores deseos para el 2022”

Me gusta diciembre. No sé por qué. Bueno, en realidad sí lo sé. Hay un ambiente, a pesar de los pesares, festivo. Parabienes se distribuyen a diestra y siniestra, o a la derecha y la izquierda –como se prefiera-. Reuniones de amistades, posadas, festejos de todo cuño, vacaciones para estudiantes y muchas personas que laboran en los sistemas burocráticos y algunos privados.

También se hacen viajes a visitar a familiares, paseos, se reciben y se entregan regalos; comida por allá y acá, bebidas –también de todo cuño-, ambigús, bocadillos, canapés, postres y dulces.

Pareciera que se cierra un ciclo y nos preparamos a otro. Se busca la renovación, cual fénix humano; hay buenos sentimientos hacia los y las semejantes. Se disfruta el ocio que da esos días; aunque no falta algún arreglo que se pretenda en la vivienda, ya sea pintura, arreglar algunas ventanas, limpiar y desescombrar. Pero aun con ello, retorno a ello, se disfruta el ocio, o al menos esa posibilidad.

También se visitan tiendas al por mayor –y también al por menor-; se buscan regalos imposibles por las prisas del calendario, y por los precios cada vez más elevados. Pero se logra tener un “detallito” para los chiquitines que renuevan la familia; a las y los más grandes es usual que se le dé un poco de dinero para que “compren lo que les guste”.

No sé si cada diciembre se diga esto, pero como nunca es necesaria esa paz que se canta en el villancico, ese amor que desgrana sus notas inundando los ambientes todos. Esa solidaridad mostrada por quienes llevaron lo que tenían al recién nacido; la fe perseverante mostrada por los magos en su peregrinar buscando una esperanza. Paz, amor, fe, solidaridad, esperanza, cuál distinto sería este mundo si prevalecieran en nuestra sociedad.

Y, a todo esto, ¿dónde está quien motivó con su nacimiento las fiestas de la Natividad? Regularmente, no lo vemos en los espacios descritos; otros personajes y objetos, impulsados por la mercadotecnia, han tomado su sitio: el señor de rojo, renos, muñecos de nieve, árboles, esferas, escarcha, guirnaldas, coronas, velas, el azul y el blanco, el rojo y el verde.

Rememorar este acontecimiento se ha hecho universal; aunque muchos de quienes participan no sepan eso; o, sabiéndolo, lo nieguen, o lo ignoren. Este ambiente, distinto a todos los del año, no es obra de la casualidad. Aquí está, con cada quien, aun en medio de la pobreza, aun en medio de la desesperación, incluso en medio de la soledad.

Dice el poeta que una golondrina no hace verano. Pero las buenas acciones crean una impronta en las personas que las reciben y en quienes las realizan. Busque a alguien necesitado, no le costará esfuerzo encontrarlo, y dé con paz, amor, fe, solidaridad, esperanza. Esté seguro que cambiarán muchas cosas, en usted –principalmente- y en el otro, la otra. El mayor regalo –Don- se celebra esta nochebuena, comparta lo que tiene, dé, dese.

Nos leemos el próximo año, entre tanto y entre todas y todos, procuremos ser felices.

PD En un rema relacionado, el INEGI presentó la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE) 2021, el presidente lo contextualizó en estas etapas decembrinas. Interesante que este tema sale de la sección de investigación y toma su propio espacio, por decirlo de alguna manera, como encuesta en hogares. Las variables son muchas. El promedio nacional del balance anímico de la población es 5.49, el estado de Colima es el que tiene el mejor con 5.76 y Tabasco con 4.43 el menor. Otro dato que destaca es que en el 68.8 por ciento de los hogares tenían alguna mascota.

* Esto lo escribí hace unos años y lo retomo para compartirlo con algunas modificaciones y adicciones.

#Todoslosderechosparatodaslaspersonas

#Ponerfinalasdesigualdades