ESPECTACULOS & CULTURA

EL CHUPACABRAS EN SUCHITLÁN – RELATO

Quiero compartir una anécdota que le sucedió a mi esposo la semana pasada. Vivimos en Colima y tenemos un rancho en Cofradía de Suchitlán, municipio de Comala. Mi esposo se encontraba cortando el pasto con una máquina, pero se le terminó la gasolina, así que decidió ir en moto a Suchitlán para conseguir más. El camino hacia el rancho es de terracería y atraviesa una zona conocida como la Barranca de San Juan.

Mientras regresaba, ya casi llegando al panteón y cuando empezaba a oscurecer, las luces de la moto se apagaron de repente. Aunque todavía había algo de claridad, alcanzó a ver algo salir entre las cañas: parecía un animal, pero al mismo tiempo tenía forma de persona jorobada, con pelo en la espalda. Esta figura cruzó la calle en solo tres pasos y, como si nada, atravesó un alambrado sin dificultad. Mi esposo se quedó paralizado, con la piel erizada, y al llegar a casa me contó lo que había visto. Entre nervios me dijo: «Creo que era un chupacabras».

Sin embargo, recordamos que se dice que en Suchitlán hay muchos brujos, y pensamos que podría haber sido un nahual. Nos pusimos a buscar imágenes en internet, y efectivamente, lo que mi esposo describió coincidía con lo que se dice de los nahuales. Al día siguiente, mi esposo volvió al lugar por donde aquella criatura había pasado y notó que en el alambrado quedaron pelos que, según él, pertenecen a lo que vio. También tomó una foto del lugar.