ESPECTACULOS & CULTURA

EL JINETE SIN CABEZA DEL RANCHO LOS COMPADRES –  MITOS Y LEYENDAS DE TECOMAN

Por: Antonio Martínez Gómez

     Rancho Los Compadres, camino a la Laguna de Alcuzahue, solo adelante del canal de la quinta, antes estaba lleno de limones, hoy son piñas las que abundan en estas tierras que antes eran de la familia Schulte, frente el rancho de Filemón Cervantes, a un lado el del capitán Aguilar y un poco adelante el rancho de Jorge Cabrera, ahí donde se llevo a esconder la Virgencita de la Candelaria en la lucha cristera.

    Una noria al fondo de las huertas  es el sitio en donde inicia el recorrido del jinete sin cabeza, algunos trabajadores que se quedaban a regar por turno son lo que narran esta leyenda, son cuatro tablas de arboles de limón, la producción es muy buena en esos tiempos.

Los  rancheros son dos viejecitos traídos de Ixtlahuacán para cuidarlo, ellos son los testigos principales de las manifestaciones paranormales que dan una vez llegada la noche.

Por el camino que lleva a Cofradía de Hidalgo se escuchan diversas cosas, extrañas, pero los vigilantes del rancho están muy acostumbrados a estos ruidos, ellos vienen de la tierras de los brujos, de los nahuales, y de muchos Mitos y Leyendas que se han generado en Ixtlahuacán, por eso no les da miedo, saben de acuerdo a su experiencia que son situaciones casi normales las que suceden.

 Montado en el caballo de color negro llega EL JINETE SIN CABEZA,, los ojos de la bestia son de un color rojo, lanzan llamas de fuego en la penumbra de la noche,  su trote por el camino empedrado es diabólico, sus pelos son de un color negro brillante que pone la piel chinita desde que lo vislumbras a lo lejos, el diablo se hace presente por los caminos del Rancho Los Compadres.

La voz del jinete es tenebrosa, llena de terror a quien la escucha, las horrorosas palabras brotan por todo su cuerpo, son sonidos venidos desde el infierno, para saludar se quita el sombreo que se mantiene colgado del tupo de su pescuezo, los trabajadores no lo aguantan y salen corriendo rumbo al rancho para buscar el apoyo de los viejecitos rancheros.