EL LUCHADOR “LA ARAÑA DE COLIMA”, NOS NARRA SU PASO POR ESTE DEPORTE DURANTE 32 AÑOS
“La Araña de Colima”, quien viven en la Ciudad de México, es un luchador que nos narra su vida y cómo comenzó a practicar este deporte de los costalazos en el cuadrilátero.
Dijo que su pasión por este deporte nació cuando en una ocasión el dueño de una arena de lucha libre le dio la oportunidad de barrer el lugar, donde comenzó a echar maromas en el ring de manera espontánea hasta que el propietario le dijo que si quería entrenar en forma.
Comentó que desde ese día comenzó a entrenar con todos los luchadores que había en la Arena Atlas en Valle de Guadalupe del municipio de Ensenada.
Narra que el pago que le daban por barrer esa arena era una torta y un consomé de pollo, pero “el pago no me interesaba lo que yo quería era convertirme en luchador, porque yo veía a todos los luchadores haciendo cosas bonitas y desde entonces a la fecha ya llevo 32 años en el pancracio”.
Mencionó que siempre ha sido independiente y ha luchado en muchos lados; inició con el nombre de “Maitor”, y “cuando fallece mi compadre con el nombre de ‘La Araña’ yo tomé ese nombre y el de “Maitor” se lo pasé a mi hijo”.
Indicó que “mi gusto por aprender lucha libre también surgió al ver a grandes figuras como ‘El Negro Casas’, ‘El Negro Navarro’”, quien fue mi profesor, entrené con ‘Los Villanos’, ‘El Ovni’, ‘El Muñeco’, con muchos luchadores profesionales”.
Mencionó que fue muy difícil aprender la lucha libre, seguir adelante durante tantos años y de independiente.
Señaló que es conocido también como el Profe Lino que viene siendo su apellido y algunos luchadores profesionales lo identifican con ese nombre como lo es el “Dr. Warrior”.
“El ‘Dr. Warrior’ nos ha invitado a Tlaxcala a entrenar y hemos ido para allá, es una muy buena persona”.
Durante su paso por la lucha libre “La Araña” solo ha ganado una máscara que fue la de “Bestia Salvaje”, en el auditorio de Chimalhuacán; cabelleras también solo una al “Tesorero Poblano” era un luchador de nombre Chino Martínez.
“He luchado con grandes figuras como lo fue ‘Huracán Ramírez’, ‘Mogur’ y ‘El Australopithecus’”.
Dijo que una de las satisfacciones es darle gusto a los niños, quienes los ven como superhéroes y muchos se le acercan para pedirle autógrafos o sacarse la foto del recuerdo.
Aconsejó a los maestros de lucha libre que preparen bien a las nuevas generaciones, “porque antes la lucha libre era muy fuerte a ras de lona, llaveo y contrallaveo; ahora ya los veo que no lo hacen como a nosotros nos enseñaron”.