COLIMA

EN EL ESTADO DE COLIMA NO SE CUENTA CON UN PROTOCOLO DE ATENCIÓN A PERSONAS CON DISCAPACIDAD MENTAL EN SITUACIÓN DE CALLE

De acuerdo con la Ley General de Salud el proceso de internamiento no puede prolongarse por más de ocho semanas

En Colima y Villa de Álvarez es común observar a personas que padecen enfermedades mentales y viven en la calle, incluso ha habido reportes de que agreden a transeúntes, donde intervienen elementos municipales de Seguridad Pública, quienes los trasladan para que sean atendidas por el sistema de salud, sin embargo, los casos son reincidentes.

Algunas autoridades coinciden en que el problema radica en que, una vez atendidas por el sistema de salud y estabilizadas con medicamentos, las personas enfermas vuelven a la vía pública y agreden a peatones porque las familias, por diversas razones, no se hacen cargo de la atención; o bien, porque se trata de personas sin familiares que les vigilen el tratamiento.

Guillermo Blanco Govea, comisionado estatal de Salud Mental y Adicciones, dijo que de acuerdo con los últimos lineamientos de la Ley General de Salud, una vez que el sistema determina que la persona requiere ser internada, este proceso no puede prolongarse más de ocho semanas.

Explico que “durante este tiempo se prioriza la parte de estabilización mental, para que el paciente tenga una conducta, socialmente aceptable y pueda convivir con otras personas y estar en contacto con la realidad. Son pacientes complicados, algunos de ellos con alteraciones conductuales como la esquizofrenia o inducido por sustancias, esto dificulta a sus familiares el contenerlos en una vivienda y optan por abrirle las puertas de sus casas para que anden en vía pública”.

Señaló que una vez terminado ese periodo, en muchos casos los pacientes no tienen el respaldo de una red familiar o de amigos que monitoreen la toma de medicamentos o alimentación y así vuelven a las calles.

Cada año, en el estado de Colima se atiende a más de mil pacientes de enfermedades mentales, mientras que el Pabellón Psiquiátrico ubicado en Ixtlahuacán, a donde se envía a quienes requieren internamiento temporal, tiene capacidad para atender 25 y 30 personas como máximo.

En el municipio de Villa de Álvarez, la Dirección de Seguridad tiene identificadas a 12 personas con problemas de salud mental que viven en la vía pública, éstas han sido canalizadas a las autoridades de salud correspondientes, pero siempre regresan a las calles.

Inocencio Guzmán de la Peña, director de Seguridad Pública, Tránsito, Vialidad y Protección Civil de Villa de Álvarez, comentó que “se vuelve un tema muy complejo porque la policía municipal tiene un alcance, nosotros los llevamos a que sean valorados por el área médica y después de cierto tiempo los vuelven a poner en libertad, no se les puede retener”.

Indicó que el estado de Colima no cuenta con un protocolo de atención a personas con discapacidad mental en situación de calle.

Lizet Rodríguez Soriano, directora general del DIF de Villa de Álvarez, dijo que “el acompañamiento familiar es importante para que estas personas no lleguen a los extremos de empeorar sus condiciones de salud y se queden en las calles, son seres humanos. Entendemos que las familias tienen sus propias vidas y problemáticas, pero no por eso se pueden olvidar de sus familiares buscando cómo facilitarse la vida echándolos a la calle”.

Guillermo Blanco Govea, comisionado estatal de Salud Mental y Adicciones, aseguró que se requiere establecer un mecanismo para atender a estas personas que viven en la vía pública sin una red de apoyo, así como capacitar a los familiares de los pacientes.

Agregó que “encontramos a una población no preparada, que no cuenta con las condiciones como en algunos otros países del mundo donde sí hay asociaciones civiles que prestan esta asistencia social y desde la parte institucional, no hay algún lugar donde se les pueda proporcionar algún seguimiento si es que tienen carencia de algún familiar”.

Manifestó que se está trabajando con ayuda de los ayuntamientos para garantizar, a las personas con enfermedades mentales que hoy están en la calle, una mejor calidad de vida.

Dijo que “esta es la parte difícil pero no imposible, tenemos que hacer algo por estas personas y garantizarles que tengan acceso a todo lo que necesitan”.