FÚTIL ¿QUÉ VIENE? – 4 DE DICIEMBRE DE 2023
SEAN OSMIN HAMUD RUIZ
Las motivaciones que nos llevan a perseguir objetivos, metas o sueños, pueden ser desde banalidades que buscan alimentar el ego o la vanidad, hasta sentimientos profundos que nos centran en conseguir un bien común o un profundo cambio en el entorno.
Ambas circunstancias han sido constantes en el comportamiento humano desde que se tiene registro. Y también han impactado en el rumbo de la historia.
Calígula, nieto de Nerón, como emperador de Roma, nombró a su caballo favorito, Incitatus, como cónsul, por el afecto que le profesaba a aquella bestia, pero sobre todo porque podía. De ese tamaño su despotismo.
En otro extremo, Louis Pasteur, viviendo la profunda tristeza de haber visto morir a tres de sus hijos por fiebre tifoidea, dedica su vida a la investigación infecciosa y nos deja aportes tan trascendentales como el proceso de pasteurización de los alimentos (base de la inocuidad) y por supuesto las vacunas como método preventivo por excelencia.
Dos hombres, dos entornos, dos estímulos, dos historias de vida completamente diferentes.
Reflexionando respecto a algo más cercano en tiempo y lugar, con mucha honestidad lo escribo, realmente me gustaría tener la oportunidad de preguntar y obtener una respuesta honesta respecto a cuál fue la motivación de Samuel García para armar el sainete que provocó.
¿Creyó realmente que podía llegar a ser presidente de la república? ¿quiso demostrarse que se había convertido en un político de altos vuelos? ¿pensó que su incursión en la contienda electoral podría generar una dinámica que motivara a la participación? ¿sacó cuentas y vio que podía ser un muy buen negocio armar una campaña presidencial? ¿quería que el presidente actual le debiera un favor?
Hay personas a las que conozco y respeto que con sinceridad apoyaron este espejismo. Seguro estoy guardaban el anhelo de crear algo mejor, con buenas intenciones. Supongo que cargan ahora una gran decepción.
Partiendo de todo lo anterior, creo que vale mucho la pena que preguntemos, más de una vez, en distintos lugares y momentos a las pre cuasi candidatas, buscando la mayor de las sinceridades, qué las motiva a buscar la presidencia. Creo que eso puede ayudar a decidir por quién votar. No nos quedemos con el caso Samuel, que fue todo ruido y ni una nuez. Todo él FÚTIL.
MICROCUENTO
“Corren los caballitos, los grandotes y los chiquitos porque allá en la caballeriza la comida se sirvió…” No sé qué me trajo a la mente esta melodía.