OPINION

HAY ALGO RARO CON LA PLANTA DE FERTILIZANTES EN ARMERÍA

Carlos M Hernández Suárez

Soy orgullosamente Armeritense, viví el auge económico en Armería, por la época en que una persona de iniciales AZL en un arranque de felicidad le regaló un Mustang último modelo a su ahijado, el cual al día siguiente su padre obligó a regresar. Había dinero. Mucho. Se podía ver en la feria de todos los años. Los dos cines exhibían las mejores películas. Había clubes de ajedrez, de cocina, de baile, de futbol, de basquetbol, de frontenis, de ciclismo, etc. En 1970 tenía 10 mil habitantes, llegó a tener casi 30 mil y ahora tiene diez mil de nuevo. La gente se fue. No hay fuentes de trabajo.

Hay una noticia de que una empresa india está interesada en instalar una planta para producir amoniaco y urea en Armería con una inversión equivalente al presupuesto federal de dos años de todo el estado de Colima, y no veo al gobierno estatal feliz y contento de eso. Eso se me hace raro.

Recordemos la lucha de AMLO para que Tesla se instalara en el estado de México, mientras que los gobernadores de Jalisco y Nuevo León se esforzaban porque fuera en sus estados. El anuncio siempre se hace de la mano empresa-gobierno del estado, como, por ejemplo, Peña Colorada y Colima. Se anuncia que se van a crear empleos, bla bla bla.

Sin embargo, en Colima, las señales son extrañas, específicamente la declaración de la gobernadora de que el IMADES la había convencido de que “estaríamos en condiciones de emitir una opinión negativa, por el impacto que tendría en la calidad del agua”. O sea, la gobernadora dice que, si del gobierno del estado dependiera, el gobierno no permitiría la instalación de la planta de amoníaco y urea.

Esa planta necesita desalinizar el agua del mar porque no puede sacar agua de Armería, porque simplemente no hay agua en Armería.

En el mundo hay muchas plantas desalinizadoras de agua. Todas extraen agua del mar, le quitan la sal y regresan la sal en forma de salmuera al mar, de donde salió. Cada crucero que llega a Manzanillo o buque con contenedores está obligado a traer su planta desalinizadora de agua, no es nada nuevo. SEMARNAT, por su lado, parece no tener objeciones, lo que nos permite concluir que los expertos en ambiente a nivel federal no piensan igual que los expertos en ambiente a nivel estatal.

Armería necesita esa planta, en su construcción y operación se necesitarán albañiles, conductores, operarios, carpinteros, herreros, mecánicos, electricistas, secretarias, ingenieros, médicos, enfermeras, ambientalistas etc., además de los servicios de comida y la renta de espacios en Armería y Cuyutlán.

Pero si se comienza con el pie izquierdo, las cosas podrían no salir bien, por ejemplo, se habla de una tubería que llevará el agua de mar a la planta y regresa la salmuera al mar. ¿Se va a partir el estero Palo verde que va desde El Paraíso a Cuyutlán en dos? Eso es inaceptable. Debe haber alternativas.

Por eso digo, si la relación entre el gobierno del estado actual y esa nueva planta se mantuviera abierta, de cooperación, como lo es con Peña Colorada o Ternium, eso impulsaría el diálogo y las propuestas. Si el gobierno del estado no toma ese papel, saldrán un montón de “líderes” dispuestos a proveer de servicios de una forma desorganizada o a chantajear la planta cuando se les antoje, y eso no le conviene a nadie.

Por último, ¿por qué Armería es el lugar ideal para la planta? Busque otras 300 hectáreas cerca del mar, en terreno plano, cerca de Manzanillo de donde vendrá el gas para hacer la urea, y de donde saldrán los buques con urea para los estados unidos, y verá que no las hay. Hay que recordar que hay un gasoducto que va de manzanillo a Guadalajara, o sea, todo concuerda.

Las afirmaciones de un diputado por ahí que dice que los agricultores están preocupados, no se las cree ni el mismo diputado. Si están preocupados, pues que no vendan los terrenos y listo, la planta no se hace. Por si no lo sabe, la mayor parte del coco que se consume en Colima no es de Colima, y esos terrenos no producen mucho ahora por la falta de agua y el exceso de salinidad. Los salineros se equivocan cuando dicen que les va a afectar. No veo cómo la sal que regresen al mar les va a afectar a ellos. En lo que respecta al turismo en Cuyutlán, ¿Cuál turismo? ¿Los turistas que iban a Cuyutlán se van a ir a Cancún o a Miami debido a esa planta? ¿Por qué no piensan en los servicios que pueden ofrecer?

Es muy importante que el gobierno del estado y esa nueva empresa, tengan una muy buena relación, que beneficie a Colima, que permita apoyarla y vigilarla. A todos nos conviene.