INCREMENTO DE LA MANCHA URBANA GENERA DESABASTOS DE AGUA: SEIDUR
El secretario de Infraestructura y Desarrollo Urbano (Seidur), Jesús Sánchez Romo manifestó que de continuar con la urbanización desmedida y el crecimiento de la mancha urbana, se corre el riesgo de que haya un desabasto considerable en el agua potable.
Indicó que el gran desperdicio que sigue dándose entre la población colimense hace que cada vez sea menor la cantidad de agua que queda libre para su distribución, “de ahí la importancia de cuidarla”, sostuvo.
“Tenemos una población entre 280 y 300 mil habitantes, pero tenemos el espacio en esa mancha urbana para que habiten 450 mil personas, sin embargo en el agua no tenemos la suficiencia para hacérselas llegar a todos”, expuso.
El funcionario estatal explicó que según datos que se revelaron en estudios recientes en la zona conurbada de Colima y Villa de Álvarez, se detectó que el acueducto Zacualpan está dotando del 65 o 70 por ciento del agua, el resto lo dan los 100 pozos que fueron creados por las mismas necesidades puntuales, es decir no fueron planeados.
Manifestó que una problemática que se ha presentado recientemente en la zona poniente de Villa de Álvarez es el abuso en la construcción de pozos captadores en algunas colonias, lo que ha generado que el agua llegue sucia o con mal olor a los hogares.
“Se han construido hasta cinco pozos en lugares donde con tres son suficientes, y cada vez le escarban más al subsuelo. El problema es que entre más abajo, hay más componentes, incluso se puede llegar a encontrar hasta arsénico. Ahorita ya se ha encontrado hierro y manganeso”.
Comentó que esta situaciones solo generan gastos mayores en el tratamiento del vital líquido, ya que para poder limpiarla hay que pagar productos químicos, lo que hace que se incrementen los costos de operatividad en el organismo operador.
Sánchez Romo indicó que ya se están teniendo acercamientos con los desarrolladores y se están analizando estrategias para ir resolviendo este problema por partes.
Destacó que en México el primer captador de recursos es la federación, mientras que en otros países no es así, hay dispersión de impuestos entre los tres órdenes de gobierno, lo que les da la autonomía y fortaleza a los municipios y los estados, dando la oportunidad de que haya un mejor desarrollo y más armónico.
“Los Ayuntamientos son los más afectados con grandes limitaciones por los recortes y siempre se va a depender de la federación por ser el de mayor captación, de crear nuevos impuestos se convertirían en malo, porque los ciudadanos no quieren pagar más impuestos”, refirió.
Dijo que tan solo en el caso de Manzanillo, tienen una buena captación de recursos, sin embargo los daños en carreteras, calles y avenidas son muy grandes y el Estado es el que solventa estos gastos y es lo que ya se está resintiendo.
Para poder lograr esa autosuficiencia presupuestaria es necesario que la gente se concientice y vea el pago del agua como una obligación, tal y como se hace con la luz, el teléfono o el cable.
“Estamos acostumbrados a no pagar, la gente cree que con pagar predial ya está aportando para sus servicios públicos, se debe cuidar lo que tenemos, somos muy afortunados de tener recursos naturales suficientes, tan solo ahora con la pandemia estamos gastando más agua de lo normal”, sostuvo.
“Estamos en estiaje y se está gastando el 40 porciento más de agua, nos solo en ciapacov, también en los organismos operadores de los municipios”, agregó.
El titular de SEIDUR reiteró que el esfuerzo que se hace para llevar el agua a los hogares es enorme, por ello hay que cuidarla y la gente debe concientizarse de que si no lo pagan, no la van a tener.
Detalló que gran parte de lo que se paga por este servicio se destina al pago de personal, Comisión Federal de Electricidad y productos químicos; estos recursos no dan ni para que se hagan obras, los trabajos que se han hecho vienen de los municipios, el estado y un poco la federación.
Puntualizó que esta situación se ha registrado más en el municipio de Armería, donde se tiene una captación de recursos por abajo del 50 por ciento, lo que conlleva a que a veces no se tengan los recursos para pagar a la CFE y se quedan sin servicio.
“Es una mala cultura por creer que es un impuesto, pero realmente se trata de un derecho”, subrayó.
Jesús Sánchez Romo manifestó que desde hace 40 años el consumo per cápita era de 250 litros de agua por persona, y en la actualidad sigue siendo el mismo, lo que quiere decir que no ha habido disminución a pesar de que ya hay los mecanismos y aparatos que permiten ahorros y reducciones de gasto.
“Esos desperdicios tienen que ver mucho con el crecimiento del área urbana”, concluyó.
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