LA OTRA CARA DEL ASISTENCIALISMO – MANUEL OLVERA SÁNCHEZ
No le tengas miedo a la
perfección; nunca
la vas a lograr.
Salvador Dalí.
México ha sufrido durante décadas de un cáncer llamado deuda pública, la cual viéndolo desde un enfoque familiar es el equivalente a vernos obligados a gastar en lo indispensable, sin realizar erogaciones mayores a nuestros ingresos, situación que en el sector gobierno salvo honrosas excepciones se visualiza bajo esa óptica.
Nuestro país, derivado de gobernantes no comprometidos con la sociedad mexicana, han expuesto de manera considerable el destino de las futuras generaciones, ya que al incrementarse la deuda las políticas públicas sociales enfocadas a disminuir la pobreza y pobreza extrema se ven afectadas financieramente hablando.
Desafortunadamente y como lo enuncie líneas arriba, esto obedece a la falta de responsabilidad y de la mala conducción de la economía nacional, lo cual ha posicionado en nuestro país en una condición nada favorable desde el punto de vista que se le quiera ver.
Dentro del presupuesto de egresos aprobado hace unos días para el ejercicio fiscal 2023 observamos como los programas asistencialistas han sufrido incrementos de manera considerable, sin embargo, esto no es nada nuevo, ya que en la administración del presidente Carlos Salinas de Gortari tuvieron un auge e incremento en los recursos económicos asignados con cifras históricas, sin embargo, los resultados en el combate a la pobreza y pobreza extrema no han sido los esperados ya que el número de pobres ha crecido de manera importante, de lo anterior se desprende que el recurso económico está mal direccionado, lo cual evidencia que más que buscar combatir la pobreza se utilizan dichos programas con fines políticos por el gobernante en funciones.
En nuestro país existen infinidad de problemas que por omisión del gobernante de turno han ido creciendo de manera considerable entre las que podemos mencionar: el cáncer que mata a cualquier sociedad como lo es la corrupción, a esta debemos sumarle la violencia imperante en cada rincón de nuestro país que se ha incrementado en los últimos años y hoy en día los llamados programas asistenciales mal aplicados por el gobierno federal.
El problema del asistencialismo no radica únicamente en los políticos, ya que muchos de los que acceden a ese beneficio son personas que no están en condiciones de necesitarlos ya que sus requerimientos básicos se encuentran cubiertos, sin embargo, su forma de pensar es tan limitada que buscan tener acceso ya que las reglas de operación establecidas así lo permiten.
El problema de los programas asistenciales es mayor al que se tiene pensado, ya que este tipo de ayudas por lo regular terminan siendo insuficientes, propiciando que las personas beneficiadas finalizan estando peor que como estaban antes ya que la ayuda económica al no cubrir a cabalidad sus presuntas necesidades deriva en resentimiento o impotencia al no abandonar un estatus de pobreza y pobreza extrema.
Los programas asistenciales generan una filosofía de qué para qué hago si el gobierno me da, también ocasionan que los benefactores de estos programas se blinden contra un desarrollo de superación, es decir, las ganas de trabajar y producir en la sociedad se ven anuladas.
Nuestro país, cuenta con una de las mayores riquezas del planeta que muchas naciones anhelarían contar , cómo lo son: aguas, minerales, hidrocarburos; sin embargo, la baja competitividad económica en las que hemos estado inmersos propicia una dependencia económica por parte del gobierno ya que así nos acostumbraron las políticas sociales implementadas desde el siglo pasado.
Nuestro país requiere de una visión de gobierno vanguardista, donde se privilegia las políticas enfocadas al desarrollo económico, y hacer a un lado aquellas políticas asistencialistas, sin embargo, este tipo de proyectos de gobierno difícilmente serán aceptados e implementados por cualquier gobernante ya que sus resultados económicos no se verán reflejados en sus seis años de gobierno; basta recordar como países que hoy en día son exitosos en materia económica le han apostado a proyectos económicos a largo plazo que rinda frutos aproximadamente en 30 años.
Dentro de la economía existe “ la función positiva de oferta “, es decir, que cuando algún bien o servicio sube de precio hay que ofrecerlo, lo mismo pasa con los problemas asistenciales, a medida que existen incentivos , las personas propensas a recibir estas dádivas se ven incrementadas profundizando de manera mayúsculas el cínico clientelismo que este tipo de políticas sociales fomenta.
Existen testimonios en los cuales una economía bien manejada pueden revertir la indigencia y la pobreza, sin embargo, cuando el gobernante en turno acredita su ineptitud e incapacidad para manejar un país deriva en profundizar a niveles escandalosos la pobreza y pobreza extrema.
La visión que tenías sobre mí, no la defraudare, eso me fortalece aún más, serás ese impulso para lograrlo.
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