LOS JUZGADOS FAMILIARES ESTÁN PODRIDOS – ANÁLISIS POLÍTICO
Por Abel González Sánchez
Hay injusticia en los juzgados familiares de Colima porque en lugar de unir familias, las destruye porque está en manos de juezas y jueces irresponsables, desidiosos e insensibles ante el dolor de las niñas, niños y adolescentes que sufren por un divorcio, desprecian al hombre las juzgadoras porque varias son feministas, y son indolentes porque los niños que sufren no son sus hijos, pero es inhumano y cruel que éstos juzgados impidan ver por años a su papá o a su mamá ante una separación repentina matrimonial, solamente en México y más en Colima está ocurriendo esto, huelen a putrefacción los juzgados familiares.
Lo anterior lo aseguró la maestra Ana Luisa Cárdenas, dijo molesta, que los juzgados de Colima están podridos y son dañinos a la sociedad porque no unen a las familias, las destruyen y el Centro de Justicia de la Mujer está peor, se convirtió en la “Santa Inquisición contra los hombres” es una institución inoperante y enfermiza controlada por mujeres quizás con traumas al igual que en los juzgados familiares, sin respetar la equidad de género, ni los derechos humanos de los hombres, pues emiten órdenes de restricción como barajas contra los hombres sin base alguna, se han convertido en instituciones destructivas de las familias colimenses, dañando mentalmente a las familias, a los padres y más a todos los menores que padecen la separación de un padre o una madre, deberían ser denunciados ante instancias federales para que reparen el daño que hacen quizás por corrupción.
Ana Luisa Cárdenas es abuela de un niño de ocho años, señala que un juzgado familiar que pidió omitir su número le impide ver a su nieto desde hace 5 años porque su nuera se niega con su abogada, al igual impiden que conviva con mi hijo, quien es el padre del menor, mencionó que a los tres años de edad del niño repentinamente se separaron, mi hijo la dejó, ellos saben sus motivos, pero por venganza de la madre ya tenemos 5 años sin que podamos convivir con el niño, pero, ¿Qué culpa tiene el niño o yo que tampoco lo puedo ver cómo abuela?, después de que yo lo cuidaba diariamente, el juzgado es indolente para la convivencias por tantas argucias legales y burocráticas que hacen para justificarse, pues para emitir un acuerdo duran hasta cuatro meses señaló, pero sí exigen mensualmente la pensión alimenticia en forma preventiva y muy alta, y ya tiene 5 años mi hijo pagando esa pensión llamada preventiva y seguimos sin ver al niño, pero le descuentan a mi hijo más del 40 por ciento de sus ingresos, por ello nos urge que llegue también la reforma judicial a Colima, pues en este juzgado no sirve para nada.
La maestra Cárdenas mencionó que está jubilada y que había estado leyendo las denuncias que hicimos hace unas semanas con los títulos de “Secuestros de hijos por madres tóxicas” y “Desorden y Corrupción en la Justicia Familiar” y que le interesó el tema porque conoce a muchas familias colimenses de todos los estratos sociales que viven un infierno en los pasillos de la justicia, no da la cara la jueza y mi hijo ha gastado mucho dinero innecesariamente por éste juzgado familiar imparcial y corrupto, no respetan la equidad de género y la perspectiva de género está mal interpretada, el apoyo a la mujer es en forma ciega, sin valorar ni investigar la verdad, violan los derechos humanos de los hombres y más de las niñas y los niños, porque solamente me recibió una vez y le pregunté a la jueza que si sabía que ante una separación repentina de los padres, los menores sufren, se angustian y lloran al no ver a su papá y que varios adolescentes se han suicidado y que Colima ocupa uno de los primeros lugares en el país, pero me contestó, que ese era otro asunto que no le competía, lo que da una mejor idea del problema de fondo, pues entonces hay desinterés de los juzgados por los derechos de los menores y por la integración de las familias.
¿A QUE SE DEDICA EL CONGRESO? Se necesita que los legisladores participen en la problemática social legislando, pues no sabemos a qué se dedican, pero la violencia vicaria se define como aquella en la que uno de los padres, ya sea la madre o el padre, utiliza a los niños para vengarse de su pareja sentimental, infligiendo daño mental e intranquilidad emocional mediante el uso de los menores, pues son secuestrados por las madres generalmente, les prohíben que los vean y convivan con sus padres o las madres, trastornando a los menores mentalmente para toda su vida. Este tipo de comportamiento no está contemplado en el código penal, ni reforman al código civil para obligar a las partes a efectuar acuerdos de convivencia familiar, por ello quizás en Colima han ocurrido hasta muertes de sus propios hijos por tal de vengarse de su pareja y ocurrieron en Tecomán.
Un progenitor en Tecomán engañó a su propio hijo quien lo encontró a escondidas y lo alejó a un predio engañándolo que le daría un regalo, le pidió que cerrara su ojos para darle el regalo y lo mató con una gran piedra, detuvieron al asesino y dijo en su declaración ministerial que lo hizo para vengarse de su pareja porque no lo dejaba ver a su hijo y así supuestamente le pegó a ella donde le dolía, lamentablemente sí hay evidencia que hay muchas mujeres y hombres que se enloquecen ante una separación o divorcio, secuestrando a sus propios hijos, pero ninguna autoridad familiar detecta dichos trastornos, ni van a investigar si la madre es drogadicta o alcohólica, simplemente sacan de la casa al esposo con la orden de restricción y dejan a los niños en custodia preventiva de la madre y jamás se atienden médicamente ni psicológicamente, porque por lógica quienes usan a los niños y adolescentes por venganza es porque las madres requieren tratamiento psiquiátrico, porque no únicamente dañan al ex marido y a su familia, sino destrozan más a sus propios hijos y de paso los juzgados familiares son sus aliados.
En México en el año 2020 hubo 84,020 divorcios judiciales y más de 100 mil separaciones en unión libre, y el 25% de ellos con hijos menores de edad, en Colima hubo más de tres mil divorcios en forma judicial, superando a la media nacional con 30 divorcios por cada 100 matrimonios, sin contar los de unión libre, por ello deseamos que el Supremo Tribunal de Justicia en Colima se ponga las pilas y los magistrados ya no cobren sin trabajar, que pongan orden en los juzgados familiares y se reorganicen para promover iniciativas de reformas y procedimientos con la Fiscalía General, con el Congreso del Estado, con la Secretaría de Salud para proporcionar psicólogos ya que los juzgados mandan a las partes al DIF estatal sin tener personal especializado, dilatan los juicios hasta cuatro meses para un estudio psicológico y de estudio socioeconómico, por otra parte las dependencias supuestamente defensoras de las niñas y niños y que son muchas, nada apoyan ni defienden los derechos de los menores ante los juzgados, ni saben que existen y apropósito, por último, les recomiendo el libro “La bestia que devora a los niños” de la amiga periodista María Antonieta Flores Astorga quien denuncia el abuso infantil, sexual, emocional y el desorden de las instituciones o de los juzgados familiares que no los defienden, es quizás la “Gran Bestia” que devora y mata físicamente y psicológicamente a los niños, luego lo comentaremos.