COLIMA

MI OBISPADO EN COLIMA ESTARÁ BASADO EN EL DIÁLOGO Y LA COLABORACIÓN CON TODOS LOS SECTORES DE LA SOCIEDAD: MONS. GERARDO DÍAZ

Mons. Gerardo Díaz Vázquez, nuevo obispo de la Diócesis de Colima, dio a conocer que es originario de San Miguel el Alto, Jalisco, proviene de una familia religiosa, ingresó al seminario en Lagos de Moreno y termino sus estudios en San Juan de los Lagos.

Se ordenó como sacerdote el 1 de mayo de 1993 y tuvo algunos destinos en San Juan, Yahualica, Tepatitlán y posteriormente se fue de obispo a Tacá

mbaro, Michoacán, a partir del 22 de octubre del 2014, donde tuvo una experiencia muy bonita, aprendió obispo con un presbiterio muy cercano con 85 sacerdotes en una Diócesis muy extensa.

Comentó que el Papa le pidió que asumiera la responsabilidad de la Diócesis de Colima “de entrada yo desconocía Colima, sabía de algunas problemáticas del estado, tuve varios compañeros de Colima que estudiaron cono nosotros en San Juan de los Lagos; pero desconocía el territorio, el funcionamiento de la Diócesis y también desconocía la situación de esta entidad, la estoy conociendo apenas”.

Dijo que tomó posesión de la Diócesis de Colima el 13 de julio y “he encontrado gente muy buena, hospitalaria, religiosa; he estado visitando parroquias con dos motivos, uno con las confirmaciones y ha sido una experiencia muy bonita, cercana, de poder platicar con las personas para poder conocer el sentir de los fieles, qué piensan, qué dicen, cómo se sienten, cuál es su problemática”.

“Las dos semanas anteriores estuvimos en ejercicios espirituales todo el presbiterio y medio la oportunidad de acercarme a todos a todos los sacerdotes que los desconocía, platicar con ellos, sus inquietudes, su pensamiento, su problemática y el viernes pasado 4 de agosto tuvimos un encuentro de todo el presbiterio y como que cerramos filas, necesitamos estar muy unidos buscando juntos qué caminos, qué estrategias, por dónde; veo a los sacerdotes muy agobiados, tienen mucho trabajo, casi todos están solos en una parroquia y eso agobia; por ello debemos buscar estrategias que nos ayuden a caminar, a ofrecer una alternativa de evangelización más positiva que responda a la situación que vive nuestro pueblo, pero también estos problemas sociales que encontramos pues demos una respuesta”.

Señaló que “el 95 por ciento de los sacerdotes me expresaron en particular, tenemos esperanza de ofrecer algo bueno juntos para Colima y esto a mí también le alienta, hay muchas expectativas para que sucedan cosas buenas en la iglesia de Colima, el ambiente existe y la disponibilidad también”.

Aseguró que su obispado en Colima estará basado en el diálogo y la colaboración con todos los sectores de la sociedad, “no solo con los sacerdotes, con los laicos de las parroquias, porque me encuentro gente muy preparada en las parroquias, con mucha disponibilidad, yo creo que la base para construir es diálogo inclusivo”.

Consideró que “si abrimos espacios de diálogo, de escucha y hay disponibilidad de colaboración, se pueden generar proyectos interesantes, que nos involucren a todos”.

“Debemos tener en la mira a la familia, sino fortalecemos los vínculos familiares, la sociedad no puede estructurarse de una manera; yo considero que ahí debemos apuntar nuestra tarea, la evangelización tiene que tocar las raíces al interior de la familia, sobre todo las relaciones familiares y creo que estas han sido trastocadas demasiado, hay poca comunicación, hay una relación no positiva, hay mucha violencia doméstica y esta desestructura a la persona y luego desestructura a la sociedad; tenemos que ofrecer algunos proyectos de construcción de paz”.