NO HAY UNA NORMA OFICIAL MEXICANA QUE RECONOZCA LA SAL QUE SE PRODUCE DE MANERA ARTESANAL
En las salinas de Nuevo Cuyutlán se estima una producción de 50 mil toneladas de sal durante la zafra del 2023 que inició en diciembre y termina en mayo.
De manera artesanal el Sol hace la mágica formación de cristales de una sal única en el mundo, por la suma de la laguna de Cuyutlán que recibe agua del Mar y los minerales filtrados por el agua de lluvia de la Sierra de Manantlán.
Juan José Delgado, de Sal Real de Colima, explicó que “con el agua que trabajamos, con la que producimos nuestra Sal, tiene características y minerales únicos en todo el mundo, por eso el sabor”.
Sin embargo, no hay una norma oficial mexicana que reconozca la sal producida de manera artesanal, por lo que se dificulta su distribución en supermercados y su exportación a diferencia de las sales industrializadas regidas por la Nom 040, la sal de Colima tiene menos cloruro de sodio y más humedad.
Juan José Delgado dijo que “tenemos un proyecto de Norma Oficial Mexicana 005 de Sader, para que se pueda reconocer las sales artesanales con sus procesos de calidad e inocuidad, darle las características, certeza y orden para que esté en todos los supermercados y poder llegar a todo el territorio nacional con nuestro producto”.
Cuatrocientas familias trabajan todos los días por casi seis meses y hay algunas que llevan tres generaciones en el oficio.