NOCHE DE SAN JUAN, LA NOCHE MÁS PODEROSA DEL AÑO…
Los mitos y leyendas sobre la noche de San Juan se han multiplicado con el paso de los siglos. El hecho de ser la noche más corta del año y su origen pagano que se pierde en los albores de la civilización ha provocado que sea el momento muy significativo en el año.
La noche especial se celebra el 23 de junio. Una vez se alcanza la medianoche, la magia se apodera del ambiente. Ahí es cuando se encienden los altares, se queman los malos augurios y se piden los nuevos deseos.
Al ser la noche más corta del año y el día que posee más luz, parece evidente que celebrarlo para atraer el bien es una idea fantástica.
Originalmente en nuestro país las celebraciones y ritos estaban dedicados a Tlaloc, una vez iniciada la temporada de lluvias fuertes, contribuyendo al verdor en todas partes (Xopanco) evento astronomico del Solsticio de Verano, que era consagrado a Tlaloc porque comenzaban las lluvias de temporal, las cuales simbolizaban a los cantaros derramados en el cielo por los Tlaloques,En dicha fiesta se sacralizaba los primeros brotes de maíz y frijol, sembrados en febrero y marzo, preparando con ambos un alimento ritual llamado “Etzalli”. Platillo elaborado con maiz y frijol.
Se agradecía por los primeros alimentos de la siembra, en los Ayahucalli o Casas de la Neblina, que eran los recintos en honor a Tlaloc construidos en las cimas de los cerros y montañas, altares vivos en la cosmovisión ancestral.
Estos ritos fueron prohibidos durante la conquista y la colonia y se impuso la verenacion al Santo, sin embargo ambos festejos se mantienen en un sincretismo unico, que solo se encuentra en nuestro México