OPINION

PENUMBRA – ¿QUÉ VIENE? 6 DE JUNIO DE 2022

SEAN OSMIN HAMUD RUIZ

Sabemos que la única constante en la vida es el cambio. Procuramos convencernos de que toda inflexión en el camino es para bien. Algunas veces hasta contextos místicos o metafísicos le damos: “Dios sabe porqué hace las cosas”.

Algunas ocasiones son las circunstancias las que nos arrojan a nuevos entornos. Otras veces decisiones conscientes y presumiblemente razonadas son las que inciden y provocan esta variación. Y entonces, la responsabilidad no se puede derivar. No hay a quién más echarle la culpa.

Así pues, la gobernadora hizo cambios en su gabinete.

En la actual circunstancia ¿se preocupó por fortalecer o mejorar su equipo de seguridad pública?… no.

¿Ajustó su equipo económico para enfrentar la notable crisis que padecemos cotidianamente de inflación, falta de inversión, falta de crecimiento?… no.

¿Volteó su mirada para ver si podía hacer algo con la gente que le colabora en el manejo de la política interior, de las relaciones con los demás poderes (formales y fácticos)?… no.

¿Qué si hizo?

Desdeñó denuncias de trabajadores de gobierno del estado, de malos tratos y peores modos y lejos de despedir o regañar, premia con una gestión para una posición federal, mejor pagada y alejada de las frivolidades de una subsecretaría.

Sin filias o fobias, las y los integrantes del congreso en el estado fueron elegidos por voluntad popular. Ganaron sus curules con votos y tuvimos que atestiguar la renuncia de algunas diputadas para, también, migrar a la administración federal gracias a la intervención de su “jefa”. Entonces, ¿a la primera mandataria en Colima, le importó esta manifestación de la soberanía de un pueblo bueno y respetó su voluntad?… no. Y ya ni hablemos de la injerencia entre poderes que ese tema da para otra conversación.

Y hablar de quienes sustituyen a los movibles, pues… dejémoslo en que nuestra gobernadora nos sigue dando motivos para sentirnos inquietos por cómo va su gestión, poniéndonos otra vez a movernos en la PENUMBRA.

MICROCUENTO

-¡Qué rico guiso! Debo decir que hoy te quedó muy bien la comida, no como siempre. Despertar de este accidente y deleitarme con esta comida es lo que me merezco. ¿Qué es?

-Pierna de cerdo.

-Pues te felicito, deliciosa. A ver si sigues así, no creas que disfruto pegarte cada que le falta sal a la comida.

-Me da gusto que te haya parecido bueno. Lo malo para ti es que no voy a volver a poder repetir la receta. Ya no te quedan piernas…