QUOD SCRIPSI, SCRIPSI – 27 de abril 2021
HORACIO ARCHUNDIA
GRISELDA: LA APOLOGÍA DEL DELITO. La personalidad difusa, imposible de cuadrar en ninguna clasificación clínica, de la alcaldesa con licencia, Griselda Martínez, genera expectación. Francamente hay que estar alertas a ver que va a decir cada día. La peligrosidad de sus cambios de humor, sus profundos desequilibrios, su increíble e impredecible conducta personal y política, inspiran no solo desconfianza sino inquietud. No puede esperarse nada bueno de quien incita al odio, a la violencia, a la agresión. Su más reciente pifia fue garrafal: En un acto proselitista, en una colonia humilde, arengó a los vecinos a “correr a pedradas” a su oponente más serio, el panista Jorge Luis Preciado. En una intervención desafortunadísima llena de palabrotas y reproches a los políticos del pasado, la alcaldesa con permiso para reelegirse convocó a la violencia contra su adversario.
Sus palabras, propias de una mujer que acostumbra sembrar el odio y que trae el pecho lleno de resentimiento y de perversidad, son peligrosas. Quien así pide para otro incurre en un ilícito. Y no solo delito electoral, también apología del delito. Invocar la agresión y animar a que se cometa contra otro es de gran peligrosidad, pero lo es más porque quien la incita es una gobernante, una política, una mujer incrustada en la vida pública, que por ende tiene foro y seguidores y cuenta con influencia para persuadir. A nuestro juicio el Instituto Electoral del Estado automáticamente debiera retirarle el registro. Habrá que ver si en términos del Código Electoral es menester que haya un recurso solicitándolo o si de forma automática deba proceder el árbitro electoral, en este caso el Tribunal Electoral del Estado.
Lo cierto es que esta mujer sobrepasa todos los límites y violenta la ley a diestra y siniestra sin importarle los derechos elementales del ser humano. Terrible destino espera a un municipio donde la autoridad es la que promueve la violencia, la agresión, la maldad.
Más allá de los errores del candidato de la coalición Va por Colima, Jorge Luis Preciado, que cuenta con el respaldo de panistas, priístas y perredistas y de simpatizantes ajenos a esos partidos, existe un apartado constitucional que garantiza la integridad humana y la protege justamente en las denominadas Garantías Individuales que amparan la vida y la libertad, los derechos y desde luego ordenan al individuo en lo particular mantener respeto y tener obligaciones con la colectividad.
Mal hace Griselda Martínez, que ha lloriqueado tanto el atentado del que dice que fue víctima, en atentar contra sus contrincantes. Su conducta, entendible solo en quien padece severos desequilibrios mentales, deja mucho, muchísimo que desear. Suponemos que Jorge Luis Preciado, que ha mantenido un sorprendente silencio ante la vergonzante convocatoria a hacerle daño, interpondrá ante las autoridades electorales un recurso legal que sancione a Griselda.
En un municipio donde la violencia es cosa común, en la que los ataques a civiles son moneda de cuño corriente ante la impasibilidad de quienes debieran prevenir el delito -o sea del ayuntamiento-, es imperdonable que quien debiera llamar a la conciliación, a la prudencia, a la paz, -máxime que asegura haber sido atacada a balazos-, sea quien lance la piedra para dañar, para agredir, para herir o hasta para matar.
¡Algo huele a podrido en Dinamarca!
A JORGE LUIS PRECIADO: Nuestra recomendación pública para que redoble la vigilancia que pudiera traer, aunque lo vemos sin guardias. Corre peligro luego del llamado inaudito a la violencia en su contra.
A LA SOCIEDAD: Que la conducta de Griselda sea motivo de reflexión: ¡Cuidado con quien eligen, aunque haya sido sin querer!
POR HOY, BUEN DÍA.