OPINION

REGIDORES GOLPISTAS – TAREA POLÌTICA

José Luis Santana Ochoa

Si bien la instalación del Cabildo del H. Ayuntamiento de Coquimatlán 2024-2027 se llevó a cabo en tiempo y forma sin mayores contratiempos, la puerca empezó a torcer el rabo cuando el alcalde Luis Gerardo García Olivares les presentó a sus integrantes las propuestas para ocupar las titularidades de la Secretaría, Oficialía Mayor, Tesorería, Seguridad Pública y Contraloría, ninguna de las cuales aceptaron los regidores golpistas falsos priistas, sin argumentar las razones de sus rechazos. Nomás votaron en contra acatando la consiga de la exalcaldesa morenista Leonor Alcaraz Parra que pretende sacar de la jugada a García Olivares, instalar en su lugar un Consejo Municipal y luego hacer nuevas elecciones. Así de fácil y con la chueca.

Desleales y traidores a más no poder, la Síndico Evelin Lizet Rosales Ochoa y el regidor Wilvert Antonio Magallón García, quien por cierto también ocupa el cargo de dirigente municipal del PRI,  manipulados por el exalcalde falso priista José Guadalupe Benavides Florián e Inés Rosales Quintero, tío de la primera, le jugaron  contras a la dirigencia estatal de su partido que fue la que los incluyó en la planilla de la Coalición “Fuerza y Corazón por Colima” para que llegaran ensoberbecidos a los cargos que hoy ocupan y utilizan para perjudicar la buena marcha de la administración municipal coquimatlense.

La cuarteta de malandrines de la política tribal mencionadas líneas arriba le hace el caldo gordo a la exalcaldesa acusada de malos manejos hechos durante su trienio 2021-2024, Leonor Alcaraz Parra, a quien respalda en sus trapacerías el también exalcalde y ahora regidor Manuel Pizano Ramos que fuera candidato del desaparecido Partido de la Revolución Democrática. Los regidores golpistas Evelin Lizet Rosales Ochoa , Wilvert Antonio Magallón García, Leonor Alcaraz Parra y Manuel Pizano Ramos, más sus amarradores Guadalupe Benavides Florián e Inés Rosales Quintero, han tenido el aliento y las simpatías del Jefe de la Oficina de la Gobernadora, Eduardo Jurado Escamilla. ¿O no?

La rebelión de los dos regidores priistas Rosales Ochoa y Magallón García, azuzados por Benavides Florián y Rosales Quintero, no fue atajada a tiempo por las dirigencias estatales priista y panista, misma que lleva ya una semana trastocando la gobernabilidad municipal y la prestación de los servicios que los coquimatlenses a diario demandan, pequeño gran detalle que no les importa a los regidores golpistas fasos priistas cuyos intereses son primero que los de la ciudadanía.

Cierto es que los responsables políticos  de poner orden y concierto tanto al interior del Cabildo como de la Administración  Municipal de Coquimatlán, se han visto lentos, pasivos y permisivos, motivo y razón por los cuales al final del día les ha costado más trabajo componer el ambiente enrarecido por  la anarquía que provocaron  los regidores golpistas falsos prisitas. Que les sirva de lección.

Digno de resaltar es que el joven alcalde, Luis Gerardo García Olivares, ha resistido a pie firme, sin amilanarse, los embates de los regidores golpistas falsos priistas que llegaron a sus cargos gracias a la exitosa campaña electoral que encabezó Carlos Antonio Chavira George, misma que lo llevó a una clara, contundente e inobjetable victoria en las urnas el domingo 2 de junio de 2024.

EL ACABO

Salvo la repetidora alcaldesa de Villa de Álvarez, Esther Gutiérrez Andrade, que con unos cuantos ajustes a su probado equipo de funcionarios y empleados de confianza continúa su marcha sin tiempos muertos, sus nueve colegas todavía no logran acomodarse en sus sillones.

A pesar de las más que notorias carencias de capacidad directiva y oficio político del muy imitado de entendederas alcalde verde ecologista de Armería, Cruz Méndez González, quien a estas alturas no sabe en el berenjenal donde se metió y está por tirar el arpa, los integrantes de su cabildo le han tenido paciencia y consideración, contrario a los golpistas falsos priistas de Coquimatlán.