OPINION

REINVENTARSE – SOCIALIZANDO DATOS

Balvanero Balderrama García

balvanero@gmail.com / @Balvanero.B

Para quienes andando hacen camino

La situación pandémica global, inédita como ya se ha dicho, ha obligado a instituciones y personas a buscar nuevas formas de encararla.

Las formas han sido disímbolas, hasta donde las propias capacidades e inventiva lo permiten. Ciertamente, no había -no hay- mucho margen para actuar; menos recursos, siempre éstos limitados para la inmensa mayoría de este poblado mundo.

Los ejemplos sobran, los testimonios abundan, las situaciones de éxito, sin embargo, son pocas.

En tiempos en que la solidaridad y la corresponsabilidad se hacían indispensables, no han sido abundantes su ejercicio. Ahí, por ejemplo, los países pobres entre los pobres, sin recursos, sin vacunas, sin infraestructura, sin alimentos, sin esperanza.

En los hogares, las medidas están sujetas a los propios ingresos: tengo, me resguardo, no tengo, me arriesgo. En ello también va la vida.

El alcance en vidas se reconfirma con los datos dados a conocer recientemente por el INEGI: la primera causa de mortalidad en nuestro país, datos preliminares, en el primer semestre del 2021 es el COVID-19: el 25 por ciento, en general; en tanto, que el 26.6% de los varones fallecidos fue por esta causa y el 22.9 por ciento de las mujeres.

Precisamente, es el INEGI una de las instituciones que tuvo que ajustar, no sólo su metodología, sino toda su actividad, tanto al interior como al exterior. Como ejemplo de este reajuste, es el incremento de captación de información vía telefónica; como ejemplo de lo anterior tenemos: Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE), Encuesta para medir el impacto del Covid-19 en la educación (ECOVID-EN) y la Encuesta Telefónica sobre Confianza del Consumidor (ETCO).

Debo aclarar, por supuesto, que no es el único caso.

¿Por qué lo retomo? Lo cito porque recién, el 25 de enero, el INEGI cumple 39 años, de los cuáles 13 han sido en su carácter de Instituto Autónomo -14 en este mismo año-.

El INEGI inicia este año, con nuevas perspectivas dentro de su programa de trabajo, al tener un nuevo liderazgo, con la Dra. Graciela Márquez Colín, como presidenta de la Junta de Gobierno.

Vale la reflexión, ¿es importante el INEGI? ¿Necesario? Mi respuesta sería: indispensable para nuestro país.

Contar y medir, acciones básicas, necesarísimas. ¿Qué se cuenta y qué se mide? No todo, por supuesto, sino aquello que es o se determina como de interés nacional. Todo país requiere información para tomar decisiones, con base a datos lo más precisos posibles, para que esas decisiones estén fundadas y cimentadas en una realidad que se torna compleja, como lo es un país.

Medir, casi dos millones de kilómetros cuadrados y sus cambios en el territorio, por acción del ser humano o la naturaleza, muchas variables tiene la geografía.

Contar a más de 120 millones de personas, sus dinámicas, movilidades, transacciones, estado de ánimo, percepciones. Contar a instituciones de todos los sectores y todos los niveles de gobierno.

Una gran tarea la que tienen los hombres y mujeres que integran el instituto responsable, por ley, de llevar esa tarea de contar y medir. Deben adecuarse a lo que acontece, cuidar escrupulosamente la metodología, los recursos, los bienes que son públicos.

Felicidades a quienes han construido y siguen construyendo esta historia viva y pertinente. Larga vida al INEGI.

PD Periodistas a lo largo y ancho de nuestro país exigen condiciones de seguridad para el desempeño de su trabajo. En solidaridad con ellas y ellos; a quienes no están para que la justicia se haga presente; y por quienes ejercen su labor con profesionalismo, para que en ello no les vaya la vida.

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