RETOS DEL SISTEMA DE PENSIONES – FOREX
Por Alejandro Bernal Astorga
La pensión es la cantidad periódica, temporal o vitalicia que la seguridad social paga por jubilación, viudez, orfandad o incapacidad.
Decirle a un trabajador del mercado laboral formal que recibirá el 100% de su salario actual cuando se jubile, será motivo de alegría y seguridad porque tendría la oportunidad de tener una vejez digna; el reto es darle factibilidad a esta propuesta del Ejecutivo federal. Al respecto se señala lo siguiente:
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), señala que en 2023 el 97.3% (58.3 millones de personas) de la Población Económicamente Activa laboró; asimismo, la Población Económicamente No Activa mayor de 60 años fue de 12,110,210 personas y de esta el 31% (3,754,165) recibió una pensión por jubilación.
Además, el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) afirma que en los 50’s, cuando los sistemas de pensiones fueron diseñados, la esperanza de vida promedio en México era de 50 años, pero en 2023 fue de 81.8 años para los hombres y 87 para las mujeres.
Estas cifras muestran que el mercado laboral y la demanda por pensiones van en ascenso; con el paso del tiempo el reto de hacer sostenible el sistema es mayor.
Por estas circunstancias en 1997, México pasó de un sistema de pensiones con beneficios definidos a uno de contribución definida y hoy cada trabajador tiene una cuenta personal en la que los recursos de su pensión se acumulan e invierten a través de una Administradora de Fondos para el Retiro (Afore).
Cada trabajador elige libremente una Afore y ésta cobra una comisión por manejo de cuenta y otorga a cambio un rendimiento; el esquema es supervisado por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR) que depende de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Hoy el sistema de Afores tiene 74 millones de cuentas individuales de retiro y maneja recursos por 5.8 billones de pesos propiedad de los trabajadores (que representan el 18% del Producto Interno Bruto y que alcanzarán el 30% en los próximos 6 años) con un rendimiento promedio de 3 puntos sobre la inflación anual.
Este sistema es tripartito y desde la reforma de 2021, el número de semanas cotizadas necesarias para jubilarse se redujo a 750 y se incrementarán 25 cada año hasta llegar a mil semanas en el 2031; en un trabajador afiliado al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el 6.5% de su salario va a su Afore. De esta cantidad el patrón aporta el 5.15% (la aportación de los empresarios se incrementará hasta llegar al 15% en 2030), el trabajador el 1.125% y el Gobierno federal solo el 0.225%.
En este esquema la aportación es compartida (principalmente del patrón) y da sostenibilidad a las finanzas públicas, pero requiere de condiciones económicas favorables y de un manejo eficiente de las inversiones hechas por las Afores para tener rendimientos de inversión mayores.
Incrementar las pensiones requiere fondos y el Ejecutivo federal afirma que los aportaría inicialmente (sin especificar por cuanto tiempo) para que gradualmente fueran aportados por patrones y trabajadores. El tema es que tenga los recursos para hacerlo sin poner en riesgo el sistema y que sus contrapartes acepten un aumento en las aportaciones. Brindar incentivos fiscales para fomentar las participaciones es una opción por considerar.
Habrá que esperar la propuesta de reforma que el Ejecutivo enviará al Poder Legislativo el próximo 5 de febrero y analizar su viabilidad financiera, jurídica y política.