RETOS ECONÓMICOS DEL REGRESO A CLASES PRESENCIALES – FOREX
Alejandro Bernal Astorga
Regresar a clases puede ser motivo de ilusión para muchos estudiantes; la compra de útiles escolares, el olor de los libros nuevos, usar el uniforme, conocer a tus maestros, ocupar un nuevo salón y rencontrarte con tus compañeros, son parte de las gratas experiencias que nos deja la escuela.
La pandemia de COVID-19 ha impactado a los sistemas educativos y economías a nivel mundial; según las previsiones de la Organización de las Naciones Unidas para Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) “el cierre de escuelas y las perturbaciones que ello ha provocado en la participación y el aprendizaje generarán pérdidas por valor de unos 10 billones de dólares en lo que respecta a los ingresos futuros de los niños afectados”.
Para la UNESCO y el Banco mundial la recuperación educativa es prioritaria y se centra en tres prioridades: lograr que todos los niños vuelvan a la escuela, recuperar el aprendizaje perdido y preparar y apoyar a los docentes. Es por ello, que algunos países han iniciado con la impartición de clases presenciales, por lo que resulta útil identificar que han hecho:
En México, se prevé que el 30 de agosto, 25 millones de niños, niñas y adolescentes regresen a las aulas y el contexto en el que se dará, es el siguiente:
- en términos reales. Sería interesante conocer los criterios que orientaron la toma de decisiones del ejecutivo al proponer y del legislativo al autorizar el presupuesto de egresos de la federación.
La Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) autorizó el uso de la vacuna Pfizer en mayores de 12 años, resta señalar el inicio de la inoculación para adolescentes. El temor se centra ahora en los contagios en menores, cuyos casos han aumentado en las últimas semanas y no están considerados aún en grupos para inmunizar.
Para aquellos padres de familia que prefieran no enviar a sus hijos a las escuelas, los programas de enseñanza a distancia, como “Aprende en Casa”, continuarán vigentes.
Ahora bien, habrá planteles que cuenten con las condiciones y la infraestructura para iniciar, por la que podrán considerarse como proyectos piloto y en su caso experiencia de éxito a replicar.
Es probable que los gastos de operación de los centros escolares se incrementen por los requerimientos sanitarios y no tengan los ingresos adicionales provenientes de cooperativas escolares, eventos sociales de recaudación y aportaciones de padres de familia.
El semáforo epidemiológico y el razonamiento médico deben ser la pauta para determinar la pertinencia del inicio de las clases presenciales. Afrontar los retos que esto implica requiere la participación de alumnos, maestros, padres de familia y autoridades; la nivelación académica, atención emocional y la nueva dinámica escolar deberán ser la base de un mejor sistema educativo y de una sociedad más inclusiva, resiliente e innovadora.