SENSIBLE ¿QUÉ VIENE? – 14 DE ABRIL DE 2025
SEAN OSMIN HAMUD RUIZ
¿Qué nos civiliza?
Hay elementos que provienen de profundas y largas investigaciones científicas que han intentado contestar esta pregunta.
Desde aquél momento en que nos erguimos y al levantar la vista se amplió el horizonte y caminamos distinto, es obvio que nuestra perspectiva como especie cambió.
Hay quien dice que la piedra angular se dió con el desarrollo de las primeras formas de comunicación que vinieron con señas y sonidos; empezamos a desarrollar ideas propias y a discutirlas con otros, enriqueciéndose.
También se ha documentado que el fuego, y aparejado a ello la costumbre de cocinar, estimuló zonas del cerebro que respondieron a sabores combinados con aromas, arrojándonos a un cambio radical de comportamiento personal y social.
Las pinturas rupestres son el antecedente más antiguo que hemos descubierto de una necesidad intrínseca y espontánea por fijar nuestra interpretación del entorno a través de una expresión que quisimos perdurará y que otros vieran; rústica forma de arte, cuya finalidad no es estrictamente práctica, pues no resolvía algún problema de sobrevivencia o seguridad.
Si intentaríamos resumir en un concepto lo anterior, la palabra que mejor lo puede hacer escultura.
Entonces no es difícil asumir que hay semilla de civilización a partir del desarrollo cultural.
Creo que, si no es la columna vertebral completa de una sociedad armónica, al menos sí son las vértebras cervicales.
La creatividad, el ingenio, el desarrollo del lenguaje y las muy diversas formas en que lo hemos expresado, las distintas artes y aquellas costumbres o tradiciones que se han arraigado, configuran esta idea de que no se puede conceptualizar civilización sin cultura.
Y entonces da mucha tristeza ver qué y cómo suceden las acciones de nuestro gobierno estatal en este ámbito.
Podría alegarse ignorancia, desfachatez, falta de recursos financieros, flojera. Sin embargo, todo lo anterior podría superarse sencillamente con voluntad, trabajo y, sobretodo, siendo nada más SENSIBLE.
MICROCUENTO
Hay quien dice que es valor. Otros alegan indiferencia. No falta la crítica y hasta el regaño. Pero mi indómito espíritu hasta hoy me sigue dominando. Día a día continúo preparando sin distingo y con arrojo todo tipo de ropa en la lavadora.