TONALTEPETL 1 DE MARZO 2021
Gustavo L. Solórzano
Hoy escribiré sobre el chisme, si buscamos en internet existen muchas definiciones, se dice que el chisme es una “Noticia verdadera o falsa, o comentario con que generalmente se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna”. ¿De donde nace el chisme? El tema da mucho para investigar y conocer la opinión de muchos especialistas en las diversas áreas de la conducta humana, la entre ellos nos dice que existe un vacío existencial que obliga a las personas que gustan del chisme, a poner atención en la vida de los demás; suelen ser personas frustradas y sin éxito, tienen una actitud morbosa, son irrespetuosos y podrían catalogarse como individuos socialmente de riesgo.
Una persona que creé o se alimenta de un mal comentario es capaz de muchas cosas, incluso de echar a perder su vida con una decisión tomada en un momento de miseria emocional. Hoy se sabe que el chisme nace de la pobreza interior, siendo de acuerdo a algunos estudios el hombre, mas propenso al chisme. Aquí entra la mitomanía, misma que manifiesta un trastorno de comportamiento que le lleva a mentir, buscando así, la aceptación de los demás.
En la actualidad existen personas que se han vuelto expertas en difundir rumores o comentarios falsos. Mi madre decía, “Hay gente que quema su casa por ver arderla ajena”, un jefe que tuve decía, “mire mi joven Gustavo, lo único que se necesita es caerle mal a un imbécil o ignorante”.
Una compañera me dijo en una ocasión, “Gus, ella es la jefa, no le queda andar con chismes”. Triste realidad, el ser jefe (a) del nivel que sea, no le exime de buscar y disfrutar el chisme, es más, puedo asegurar que en la vida laboral es en donde mayormente, lamentable pero cierto, se dan mas los chismes. De hecho, muchos de esos “responsables de área” tienen gente incondicional que gracias a ser “orejas”, mantienen canonjías que les benefician en diversos aspectos, principalmente en lo económico. (Nombres, nombres, dijo SaZaGo) Triste vida pues, la de ser chismoso, pero de todo hay en la viña del señor.
Da penita que una autoridad del rango que sea, muchas veces con un currículo impresionante, sea fácilmente manipulable por un tercero que le susurra al oído (odio) palabras no precisamente de amor. El detalle es que, como decía mi abuela, “Tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata”. Sí, tanta responsabilidad existe en quien vierte su veneno, como en el que se lo toma. Así de sencillito, vuelvo a mi madre, “Para que haya un problema se necesitan dos”, aquí no cabe entonces la frase de el o ella me dijeron, aquí hablo de salud mental, de madurez humana, de amor interior, de ser humanamente responsables de lo que estamos emitiendo y naturalmente, de lo que estamos recibiendo, asertividad es el antídoto.
Así que ojalá considere usted que amablemente me lee, lo que Hoyle comparto a la hora de elegir con quien relacionarse en su vida cotidiana; aquí y en China, lo que damos recibimos. ¿Qué está usted recibiendo el día de hoy?
ABUELITAS:
Otorgar un reconocimiento a un servidor publico que cobra por su trabajo, que obtiene participación por sus acciones y que hace aquello para lo que está contratado o votado por la ciudadanía, no tiene ningún mérito. Sea hombre o mujer, un reconocimiento debe ser para las personas de la sociedad civil que no perciben un peso del erario público y que previo escrutinio con gente independiente, lo merezca. De lo contario se presta a malas interpretaciones, es engordarle el caldo a alguien con miras al logro de beneficios recíprocos, eso por supuesto, no se vale. Es cuanto.