TONALTEPETL 4/03/21
Gustavo L. Solórzano
En cuestión de política estatal no hay mucho que pensar, solo un hombre y una mujer tienen la posibilidad del triunfo, los demás obtendrán experiencia y luces pasajeras. Cada vez que se genera un proceso electoral, las y los aspirantes reciben la instrucción de decir “con su apoyo ganaremos” o “cuando lleguemos a tal o cual parte”, etc. Frases armadas con las que intentan influir en el animo de los electores; naturalmente son otros tiempos. La mayoría de los ciudadanos de hoy son distintos y sin duda, su decisión también lo será.
Cada aspirante tiene buenas propuestas, (Evitaré nombres) algunos mas y otros menos experiencia, pero eso sí, ganas de servir, pasión por la política y amor por nuestro estado. Ojalá que quienes obtengan el triunfo cumplan sus compromisos, la sociedad necesita recuperar la confianza en sus autoridades. Lo anterior empieza en sus candidatos y candidatas, me refiero claro está en aquellos que andan de balcón en balcón y de plaza en plaza prometiendo amor y como dice la canción de Marieta, “lo que dan son puros palos”. Es tiempo de terminar con el vedetismo político y las reiteradas promesas que no llegan a cumplirse, la sociedad quiere, merece y necesita políticos de altura.
Mujeres y hombres que asuman su responsabilidad con seriedad y demuestren conocimiento de la problemática social de nuestro estado. Las improvisaciones le han salido caras a nuestra sociedad, mayormente cuando parece que existiera sordera y ceguera política, en algunos pseudoservidores. Sí, los que llegan y se olvidan, los que se esconden para no atender o se niegan a responder las llamadas telefónicas de sus representados. Digo, tan solo por mencionar algunos pequeños ejemplos, lamentables, vergonzosos; ya no hablemos del trafico de influencias, abuso de confianza y descortesías diversas que sufren los de abajo.
Hoy quienes aspiran a un puesto de elección popular, necesitan verdaderamente convencer con hechos y no con palabrería en desuso. La demagogia no tiene cabida en la sociedad del 2021, no cuando la congruencia está lejos de llegar a los votantes; pues tan solo por ejemplificar diré, no es posible hablar de cambio cuando se sigue golpeando a la clase trabajadora del campo y de la ciudad. La ley no puede ni debe ir en retroceso de una economía laboral justa, pues mientras haya diferencias abismales en las percepciones de unos y otros, no se puede hablar de igualdad.
No es posible amar a México viviendo cómodamente con tu familia en el extranjero, “alejado del bullicio y de la falsa sociedad”. Luego, contribuir con tu visita electoral solo para generar división entre los ciudadanos. Eso es ser un mal mexicano, oportunista y vividor, alguien alejado completamente de la realidad. Es necesario convocar a la unidad social por un país de logros y oportunidades para todos por igual, más allá del encono partidista, tengamos presente que somos ciudadanos de un México cuyos ancestros nos legaron valores y principios sólidos, seamos corresponsables en el forjar de una nueva sociedad que sepa vivir en armonía con su entorno. En Colima todos nos conocemos, seamos amables y trabajemos unidos, todo es posible con buena voluntad.
ABUELITAS:
No solo es querer, o tener ganas de ser representante popular, para verdaderamente ser se ocupa más que eso. Con respeto lo diré, como siempre participan personas que son usadas de ambicioso relleno, carentes de identidad y solamente por cumplir y aspirar a mantener el logro de un jugoso registro partidista. Sin embargo, es válida su participación, finalmente será dinero mal gastado, mismo que puede emplearse de otra manera. Sin coartar la libertad de nadie, es importante que se legislen, normas para quienes gusten y quieran participar. Sobre todo, cuidar sus antecedentes como buenos ciudadanos. Es cuanto.