OPINION

TONALTEPETL 9/03/21

Gustavo L. Solórzano

Los políticos siempre hacen lo mismo: prometen construir un puente aunque no haya río. Nikita Jruschov, dirigente de la URSS.

Celebro la declaración de javier pinto torres en el sentido de evitar apasionamientos en el proceso electoral que viene. El dirigente de nueva alianza estatal acertó al señalar que las campañas deber ser una “fiesta democrática”, en donde el premio sea el puesto para el que se es votado. Obviamente el premio debe ser para la sociedad que acepta la propuesta de un postulante para tal o cual cargo de elección popular, mismo que deberá reflejarse en acciones de beneficio, merced a la gestoría de los votados.

Somos una sociedad que habrá de celebrar de manera libre y secreta, un ejercicio democrático en fecha próxima y sin duda, quienes ejercen la política partidista son los primeros obligados en respetar y promover el respeto para que ésta democracia sea validada con la transparencia y legalidad que le corresponde. A los ciudadanos nos corresponde lo mismo, sumar con buena voluntad en pro de un sano desarrollo.

La tarea inmediata es hacer la mejor de las fiestas, la de una democracia real, aplicada con madurez y respeto irrestricto a la ley y los valores humanos. Solo eso, participar más allá de los apasionamientos, con el aporte de todos y aprender de lo vivido. Elijamos con libertad, no a un partido, sino a los ciudadanos que usted y yo conocemos, a esos que aspiran a representarnos en las diferentes responsabilidades para las que habrán de ser votados.

Cautos, precisos, prudentes, respetuosos, claramente conocedores de las propuestas, salgamos a votar el día señalado. No todo el pasado fue malo, ni todo el presente es mejor, es imprescindible que conocerlos a todos y sus planes de trabajo; en su cuadra, barrio o colonia puede haber algún buen elemento que estará participando, “por sus frutos le conoceréis” reza la palabra sagrada. No se fije en la belleza exterior, vea sus aptitudes, conozca de su historia familiar, etc. Elijamos con inteligencia y asertividad en nuestra decisión.

Seamos amables cuando nos visiten y sobre todo tolerantes cuando sean ajenos a nuestra simpatía; piense que es un empleado al que usted va a contratar por tres o seis años, escuche, interrogue, evalúe, solo así podrá decidir a quien empleará. Ofrézcales una silla, un taco, un vaso con agua, el servicio de sanitario, ante todo es su paisano y es un humano igual que usted. Usted será su jefe, insisto, por tres o seis años, ¿Acaso no quiere al mejor?

Tal vez lleguen candidatos repetidores, o personas no gratas, conserve su buen trato, solo tenga fresca su memoria, ¿Cumplieron o no? La amabilidad y la cortesía son propios de quienes nacimos en éste bello estado, téngalo presente. Solo elija bien, no nada más por usted, hágalo pensando en un bien común, sin encono. Nuestro estado merece seguir creciendo con mejores vías de comunicación, salud, escuelas, seguridad, empleo bien remunerado y sobre todo con buenos servidores públicos, de esos que trabajen todo el tiempo y no solo en campaña.

ABUELITAS:

Amigo, yo también perdí a un perro.

¿Usted ha tenido una mascota? El perro tenía hambre, era callejero, en ocasiones comía bien y la mayoría de las veces no. Lo recibí a sugerencia de un buen amigo, me habló de lo que él creía eran sus virtudes. Viniendo de un verdadero amigo, uno confía. Lo alimenté y lo fui acompañando en su crecimiento, sin imaginar siquiera que como a muchos humanos, el poder también les gusta a los animales; tarde me di cuenta de que era un animal mañoso y traicionero, de esos que muerden la mano que los alimenta. La gente, mucha, me decía, ese animal es peligroso, llévalo a la municipal, lo conservé cerca un tiempo, hasta que ahogado en su propia rabia se fue alejando en busca de otro hueso que roer. Es cuanto.