TORRES QUINTERO, EJEMPLO DE ESFUERZO PERSONAL – TEXTOS AL MINUTO
Por J Jesús Jiménez
Vemos con mucho gusto el homenaje que el Gobierno del Estado de Colima a través de su Secretaría de Educación y Cultura realizó, en su 88 aniversario luctuoso, al maestro Gregorio Torres Quintero.
A continuación presento un breve texto de algunas notas que he recogido como historiador y como admirador de tan eminente colimense.
El profesor Gregorio Torres Quintero fue hijo de un humilde zapatero y se convirtió a fuerza del estudio en una de las figuras relevantes del liberalismo durante el Porfiriato y la Revolución.
Según el historiador y crítico literario Wolfang Vogt, como hijo de familia pobre Torres Quintero no quería estudiar una carrera eclesiástica. Debe su posición social a su esfuerzo personal y no a la protección de su familia.
Ignacio Manuel Altamirano fue el maestro más destacado del joven colimense en la Escuela Normal de México, pues el da las clases de lectura superior e historia.
Actualmente hay voces de críticos historiadores y filósofos que ponen la mirada e invitan a discutir el enfoque mesoamericano, para descolonizarnos del pensamiento judeocristiano que predomina en la cultura occidental. Bueno, pues, el maestro Gregorio Torres Quintero hace 100 años o más tomó partido por la defensa de la historia mesoamericana.
En su libro «México hacia el fin del virreinato español», publicado en París en 192, culpa a la Iglesia de los males de México. Buscó las raíces en el pasado prehispánico y críticó a los españoles que aniquilaron las grandes culturas de aztecas y mayas. Así como denigró la época colonial, idealizó el periodo prehispánico.
Sus papás se llamaron Ramón Torres e Ignacia Quintero originarios de Michoacán. Narra Wolfang Vogt que su papá era zapatero de muy escasos recursos, como todos los de su clase, por lo que la niñez de Torres Quintero fue de la mayor pobreza. Hasta la edad de 10 años no sabía leer; pero habiéndose despertado la afición por el estudio, en pocos años concluyó su educación primaria en la escuela «Progreso» de Colima.
Sobre la vasta obra literaria y poética del maestro Torres Quintero, quiero referirme a una poesía qué recitó en el teatro entonces llamado «Santa Cruz» el 2 de abril de 1893 en ocasión de la entrega de premios a los alumnos de las escuelas oficiales de la Capital y Villa de Álvarez. Supongo que para celebrar la victoria republicana en Puebla contra los Invasores y los mexicanos francos-traidores .
Pero el maestro Torres Quintero repartió el poema y habló del rescate de Puebla por las fuerzas al mando supremo del General Escobedo y del oaxaqueño Porfirio Díaz;y aprovechó para hablar poéticamente de la «gran batalla» en la que él participaba, como general en jefe aquí en Colima, en favor de la educación:
» Hoy celebramos a la par dos glorias,
Dos sublimes victorias,
Que es Cuanto más el corazón anhela
Una obtenida al fulgurar la espada,
La otra, más sagrada,
Conquistada en el campo de la escuela.[•••]
¡Adelante niñez encantadora!
Eres la fresca Aurora
De un Porvenir riquísimo en colores;
Ya sabes que la ciencia es soberana,
Ya sabes que mañana
Por ti abrirán sus cálices las flores.
Tú serás el orgullo de Colima
Que sin cesar te anima
A subir por la escala de la ciencia;
Ya sabes que el varón instruido y fuerte
En sabio se convierte
Si lleva la honradez en su conciencia.
Sigue adelante, cumple tu destino,
No dejes tu camino;
Y si fuerza y valor al cielo pides,
Nunca olvides las flores de este clima
No olvides a Colima
¡A esta tierra tan dulce nunca olvides!
Estuvo también colaborado con el revolucionario Salvador Alvarado en Yucatán. Hay que buscar datos del maestro colimense en tan bella península. La destacada y apreciada historiadora María de los Ángeles Rodríguez Álvarez, biógrafa del ilustre colimense, aporta datos interesantes sobre la estancia del ilustre colimense docente en el sur del país.
Hay que recordar que la gran mayoría de los maestros colimense que salieron con su misión ilustradora, -a quienes llamo yo los peregrinos de la luz-; tendían más bien hacia el norte, entre ellos el propio Ángel Ante, Juan Macedo López, Cirilo Calderón y el maestro Arnoldo vizcaíno Rodríguez. Por supuesto que hay muchísimos más nombres, luego se los comparto, este es solo un texto al minuto.
A finales de los veintes Torres Quintero realizó un viaje al viejo continente europeo en compañía de su esposa Matilde.
El 6 de agosto de 1926 se le extendió un pasaporte para ir a Europa con su esposa, con quién se casó en 1893, siendo sus padrinos otros dos excelentes maestros colimenses, cómo lo fueron Miguel Díaz y Victoriano Guzmán, este último fue becario junto con él en la Ciudad de México, enviados por el gobierno de Gildardo Gómez.
El 15 de abril de 1893 el periódico El Estado de Colima señalaba que acababan de contraer matrimonio Gregorio Torres Quintero y otros dos personajes notables de Colima, uno de ellos Juan Fermín Huarte, hijo del representante español del mismo nombre y el otro él también conocido y destacado poeta Manuel Rivera. Por cierto Huarte era Nieto del patriota Manuel Álvarez.
Empalagaba la gacetilla el redactor, señalando que Manuel Rivera y Torres Quintero ahora ya podían «titularse de poetas felices, pues acababan de embellecer su plectro de oro con la tiernisima cuerda cuya celestiales notas solo puede arrancar el bardo vibrando al unísono con el encantador acento de Evas tan inspirantes como sus pudorosas elegidas. Feliz el buzo que sale a flote con perlas de Oriente».
Recientemente en Colima se público su novela La vaquera, escrita en su juventud, probablemente cuando fue enviado como maestro a Manzanillo.
En lo personal tengo una deuda con el maestro Gregorio Torres Quintero y no me cansaré de estarle abonando con mucho entusiasmo y reconocimiento.
Gracias a su libro de Cuentos Colimotes, fui exitoso co-tesista con la investigación de la tradición oral que de este libro de narraciones se desprende en el antiguo Alcuzahue, en el corazón de Tecomán, donde prevalece el mito de la laguna encantada.
En aquel 1989 junto con el compañero tesista, apoyados por los hoy lamentablemente desaparecidos Hugo Alberto Gallardo Virgen y el secretario del ayuntamiento Guadalupe López León, en Tecomán nos adentramos al rescate de elementos de la tradición oral que, seguramente, siguen vigentes y que probablemente el maestro Torres Quintero recogió en su tiempo para escribir sobre el encantamiento de ese espacio.
Gracias por leer y compartir.