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TRABAJAN PARA CERTIFICAR LA SAL QUE SE PRODUCE EN COLIMA: ÓSCAR JAVIER SOLORIO

Óscar Javier Solorio Pérez, director general de Vinculación de la Universidad de Colima, informó que desde mediados de 2022, trabajan para coordinar un esquema de certificación aplicable a la sal producida en el estado, con el objetivo de generar valor agregado al producto y mejorar la presencia del cloruro sódico en el mercado.

Estimó que este año pueda concluir para que durante la siguiente temporada de producción se puedan ver los efectos de su impacto en la generación de un valor agregado.

Señaló que “tenemos una colaboración que pudiera ser un modelo muy interesante de vinculación, porque estamos colaborando en algunas cosas con los productores, en 10 diferentes modelos, es decir, empresas, cooperativas, productores independientes, etcétera”.

Dijo que la UdeC colabora para aprovechar una figura nueva que hay en la ley, la denominada Marca de Certificación, establecida recientemente que mediante ella la universidad propone que exista un esquema de certificación precisamente para darle mayor valor agregado, mejor precio y se pueda colocar en más lugares.

Indicó que en este esfuerzo en particular que lidera la universidad, participa la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco). “Es indispensable tanto para la denominación de origen como para la marca colectiva la colaboración con todos los productores”.

Explicó que “un esquema concretamente de una marca para que tenga éxito tiene que tener 2 componentes. El primero es quién está detrás. Según el funcionamiento de la Marca de Certificación, no puede ser el titular de la misma alguien que se dedica a producir sal, precisamente para que sea una entidad neutral, con solvencia técnica, solvencia moral para poder dar esa certificación”.

Mencionó que en la gestión y desarrollo del sistema de certificación es imperante que participen los productores, pues son quienes conocen mejor los aspectos técnicos que serán relevantes para la certificación.

El segundo aspecto, es tener en mente una segmentación del producto. “Precisamente porque no tendría ningún chiste iniciar un esquema de certificación donde toda la sal se pueda certificar. El chiste es separar aquella sal de buena calidad, para que quien en realidad se esfuerce como productor, en parámetros de calidad más altos, pueda tener un sello de calidad que diga esta sal es mejor que otra”.

Estos dos elementos lo que tienen en común es la confiabilidad. “Para que un esquema de certificación de marca funcione, tiene que haber un esquema que al consumidor le genere confianza y le permita pagar una prima, una cantidad adicional por la calidad y que eso llegue a los productores de mejor manera sin que tengan que competir entre ellos por dar más barato”.

El también catedrático de la Facultad de Derecho, refirió que en una línea paralela, la Universidad de Colima colabora en otros proyectos con el gobierno del estado y los ayuntamientos, concretamente, en la búsqueda para otorgar la denominación de origen, proyecto que lidera la administración estatal y la Universidad de Colima apoya desde un inicio.